sábado, 21 de octubre de 2006

La Iglesia no hace política

Desde siempre se ha dicho que la Iglesia no debe hacer política, pero entendida ésta en sentido estricto, en cuanto pertenencia a determinados partidos políticos, a la implicación directa en intereses partidistas e ideologías varias. La Iglesia no debe de hacer política pero, en cambio, sí que ha de estar presente en todos aquellos foros donde se pongan en tela de juicio la paz, la convivencia y la libertad. Si la Iglesia no debe hacer política significa que la jerarquía eclesiástica no debe identificarse con sigla alguna, pero la jerarquía. No así los laicos, vamos, el pueblo llano.
El Papa, en Verona, no ha dicho ni que sí ni que no, ni tampoco que vaya a contar el cuento de la buena pipa. Simplemente que "es necesario anteponer las exigencias de la justicia a los intereses personales, o de un grupo, o del Estado. A la Iglesia no corresponde el cometido de actuar en el ámbito político para construir un orden justo en la sociedad, eso corresponde a los fieles laicos, entre ellos los cristianos laicos"... aceptamos barco.
La jerarquía de la Iglesia Católica puede ser criticada por muchos aspectos que no vienen al caso en estas líneas, pero, si hay algo en España, por lo que la jerarquía es digna de alabanza en estos últimos tiempos, es precisamente por el apoyo tácito y público a la cadena COPE y sus estrellas mediáticas, aunque no siempre haya sido así. La respuesta de Amigo Vallejo a Gabilondo con respecto a la COPE no deja lugar a dudas, "una bendición de Dios". Y esta respuesta del Arzobispo de Sevilla no tendría mucha enjundia si no fuera porque la cadena COPE se ha erigido como uno de los foros más importantes para la defensa de la paz, la convivencia y la libertad -como tanto gusta a Cañizares-, en contra de intereses manifiestamente políticos y partidistas.

El Centre d’Estudis Francesc Eiximenis, la Lliga Espiritual Mare de Déu de Montserrat y la asociación Cristianisme al Segle XXI , como ya se sabe han denunciado a la Conferencia Episcopal Española ante el Tribunal de la Rota de Roma, la panacea de los tribunales eclesiásticos, con denuncia canónica, es decir, que lo que pretenden estos grupos es poner a la Iglesia en contra de la Iglesia y elevar la actitud de los obispos de la COPE al grado de alejamiento de la doctrina oficial de la Iglesia. Estos grupos denuncian textualmente, las “descalificaciones que se acompañan muy a menudo de insultos, ridiculizaciones y menosprecios”, en “una posición descaradamente proclive al Partido Popular, llegando incluso a dictarles cuál debe ser su actuación”, en “un desprecio sistemático de todo lo concerniente a los procesos democráticos, partidos políticos e instituciones de Catalunya”, o a las “conclusiones precipitadas y tendenciosas sobre hechos o rumores que en muchas ocasiones no han llegado a contrastar, afirmando lo que desconocen y manipulando dichas noticias para convertirlas en mentiras”. Y encima le dicen a los obispos que están incumpliendo su deber pastoral. ¿Dónde queda pues el suyo de apoyar al Ordinario de su diócesis?

La verdad que muchos esperan que se desestime la denuncia y la COPE pueda seguir su labor de vocero en la oscuridad del panorama informativo español, pueda seguir denunciando el robo que España está haciendo de sí misma. Porque si la cadena COPE es tachada constantemente de mentirosa, conspiradora, sectaria, manipuladora, ultraderechista, fascista y todo acompañado de ningún tipo de argumentos sino sólo del insulto fácil y tópico, entonces es que la COPE está haciendo las cosas como las debe hacer. Y si hacer política significa estar en la cresta de la ola, defendiendo la justicia, apoyando indudablemente ciertas ideas, luchando por la verdad y estirando la mano hacia la libertad, la Iglesia al completo, obispos y cristianos laicos, hacen política, y auténtica política. Y eso es lo que hay, porque hoy en la política se decide el futuro completo de un pueblo y una sociedad, y la Iglesia no puede estar al margen, aunque se le quiera otorgar un papel digno, pero insuficiente, de asistencia a los necesitados y damnificados precisamente por una nefasta gestión política y económica.
Sería muy triste que, de pronto, todo cambiase y se viniera abajo por el miedo e intereses de los obispos, el cansancio de sus estrellas mediáticas y la presión de los que no se merecen otra cosa que la prisión. Las últimas noticias contradicen todo lo dicho. Ya veremos.

-----------------------------------------------------
Hace un año en EL GORRIÓN:

"El manjar más exquisito" (19 de octubre de 2005)
"¿Hasta cuándo?" (19 de octubre de 2005)
"No saben lo que dicen" (21 de octubre de 2005)
"La patraña de la LOE" (21 de octubre de 2005)

viernes, 20 de octubre de 2006

La obispos apoyan al PP y mienten a los españoles

Las últimas noticias con respecto a los obispos españoles no dejan sino entrever la situación de falta de libertad y de respeto en la que vive la sociedad española. Si la COPE molesta al régimen establecido, entonces ya no sólo se le ataca desde los demás medios de comunicación, guiados casi por una sola mano, sino que además, a los citados obispos españoles se les acusa de todo lo acusable por defender la libertad, la paz y la convivencia denunciando las violaciones democráticas a las que lamentablemente estamos ya tan acostumbrados.

Unas cuantas sociedades o grupos cristianos catalanes han acusado canónicamente ante el Tribunal de la Rota a la CEE por defender los postulados del Partido Popular y por difamar e insultar a las intituciones catalanas a través de los programas estrella de esta emisora de radio. Se les exige que renuncien a la linea editorial de la misma y que tomen las medidas oportunas con respeto a los responsables de tales programas.

Se ve, primero, que estos grupos no conocen el Vaticano II ni su decreto Inter Mirifica, sobre los medios de comunicación social y los deberes que todos los cristianos, incluidos los obispos, tienen con respecto a ellos. Segundo, los obispos no hacen política, sino que no pueden mirar hacia otro lado y dejar de ver y sentir la situación de crisis social en la que se encuentra España, y como creyentes pastores comprometidos hacen uso legítimo de todos los medios a su alcance, aunque esto no guste a los que defienden el coto de la impunidad.

La Iglesia no hace política, como ha dicho el Papa en Verona, pero no puede desoir el grito de la injusticia ni tampoco puede dejar de estar presente en todos los foros en los que se ponga en cuestión la libertad y el futuro de todos los ciudadanos. Así que no se confundan, porque lo que es del César, también es de Dios, le pese a quien le pese. (Seguirá...)

sábado, 14 de octubre de 2006

Eliminar la asignatura de religión

Nada tranquilizantes parecen las útimas declaraciones de la Ministra de Educación con respecto a la situación final de la asignatura de religión, cosa bastante sospechosa teniendo en cuenta que aún no han sido aprobados los decretos por los que la LOE será concretada en las diferentes comunidades autónomas, ni han comenzado las conversaciones entre las diferentes asociaciones, organismos interesados, sindicatos y el gobierno para sacar las conclusiones de las propuestas finales para la formulación de dichos decretos. El simple hecho de que el Ministerio y la Conferencia Episcopal hagan público unos primeros contactos con respecto a la asignatura no habla bien ni del futuro ni de las formas del diálogo, ¿dónde están los demás colectivos interesados? ¿No da la impresión de que se está tomando la asignatura de religión como moneda de cambio para otros intereses que nada tienen que ver con la educación?

La Ministra Cabrera ha declarado que la asignatura será evaluable pero no computable en caso de optar a becas, cosa harto injusta conociendo los contenidos de algunas de las asignaturas que inundan los horarios de alumnos y profesores,como se dice, para rellenar y para justificar algunos sueldos. Además, no ha tenido reparo en declarar omniscientemente, que la asignatura no poseerá una alternativa. Y Aparentemente esta realidad podría parecer justa, pero la solución para los alumnos que no escogen religión no lo es, tendrán hora libre. Una injusticia y discriminación para los alumnos que escogen la religión y una injusticia para los alumnos que escogen alternativa pues la administración no es capaz de dar una respuesta educativa a una hora lectiva que, además por ley, ha de ser de clase y nunca hora libre.

Todo esto nos lleva a concluir diferentes consecuencias:

Primero, los alumnos no pueden tener diferentes horas lectivas durante la semana (por ley), y los alumnos de alternativa no pueden tener una o dos horas menos a la semana de clase, ni los de religión una o dos más , aunque en la práctica se lleve a cabo desde hace años. Además de la contradicción de leyes en las que se cae, curiosamente aprobadas por el mismo Gobierno.

Segundo, esto no hace más que obviar los acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede del año 1979, con lo que de nuevo se cae en la ilegalidad, porque dichos acuerdos tienen rango de "internacional" y además no son derogables por la acción concreta de un gobierno. Hay que notar, por otro lado, que el año 1979 no es el año 1975, y que la Constitución Española ya estaba vigente. Los acuerdos, por tanto, no son preconstitucionales como muchos se empeñan en mantener, sino todo lo contrario.

Tercero, la desaparición de la alternativa sólo se comprende desde la perspectiva del Gobierno de alcanzar la desaparición de la religión. ¿Quién elegirá religión pudiendo elegir hora libre sin calificar? Los chavales pueden ser santos y aún más sus padres, pero no son tontos y el esfuerzo no es uno de los fuertes de este sistema educativo.

Cuarto, en todo este proceso se está olvidando a los principales actores de la función, los profesores y los padres y alumnos que eligen la asignatura de religión, pese a todo. Y todo porque no interesa de un modo u otro que los profesores se independicen de las decisiones del Ordinario y porque la realidad del 80% de los padres de alumnos españoles (los que eligen religión) son una fuerza demasiado peligrosa e influyente como para pedirles su opinión de un modo formal.

Hay muchísimas cosas que se podrían poner en la palestra de la religión y el falso progresismo, pero no me voy a expandir. Dejaré los argumentos por los que la desaparición de la religión en la escuela pública supone un atraso y una pérdida de la calidad de la educación, un paso atrás en el desarrollo de nuestra sociedad y el olvido de la historia que nos ha precedido y de los pilares sobre los que se asienta nuestra cultura y en definitiva, nuestra forma de ser. Pero esta lucha no ha hecho más que empezar. Lo que no nos deberíamos dejar de preguntar es, ¿a qué responde realmente y qué intenciones se esconden bajo las acciones de unos para eliminar la religión de la escuela y otros para su mantenimiento casi audaz? De la respuesta a esta cuestión debería depender en su totalidad la decisión final sobre el futuro de la asignatura de religión en la escuela pública. Allá cada uno con la suya.

---------------------------------------------------------

HACE UN AÑO EN EL GORRIÓN:

Los profesores... de religión (15 de octubre de 2005)

viernes, 13 de octubre de 2006

Hace un año... El Gorrión

Hace un año comenzó la andadura de El Gorrión, el día 12 de octubre de 2005. Un día de esos en los que no se tiene nada mejor que hacer que crear una bitácora, aunque sea día de fiesta, o día del Pilar o día de la Hispanidad. Tras varias bitácoras educativas, me decidí a poner por escrito todos aquellos pensamientos enmarañados que de vez en cuando me pasaban por la cabeza y que algunas veces me había atrevido a ordenar, en forma de carta al director, en los periódicos que tenían algo que decirme. Obviamente, no siempre eran publicadas, pero el ánimo que algunas personas, independientes políticos y amigos, me insuflaban cuando podían leer alguno de mis escritos, me dio la valentía y un propósito de compromiso suficiente para esta aventura.

Muchos de mis amigos se preguntan porqué elegí el nombre de El Gorrión. Por aquel entonces yo ya era asiduo lector de bitácoras y periódicos digitales, sobre todo, aquellos de marcado tinte político y educativo, y observaba que la mayoría de los nombres dejaban entrever ciertas tendencias, incluso que entre ellos se parecían demasiado. Por eso, después de no mucho pensar, es la verdad, decidí como nombre El Gorrión, es decir, un animalillo simpático y abundante, que se puede encontrar en cualquier ciudad o pueblo, o en medio del campo, o en la playa. Un animalillo que pasa desapercibido y que no hace demasiado ruido, pero que cuando está, se nota su presencia y su tintineante canto, una presencia que no molesta, pero que es constante. El Gorrión siempre busca y, aunque se conforma con poco, nunca es suficiente para darse por vencido, porque en su fragilidad está su grandeza. Todo una metáfora de lo que yo pretendía que fuera esta bitácora, quizás humilde pero incisiva, constante y siempre presente.

El desarrollo de El Gorrión en este primer año de vida ha pasado por momentos buenos y momentos menos buenos, coincidiendo siempre con cierta asiduidad a la hora de escribir y, por supuesto, con las circunstancias personales y de trabajo por las que he pasado este último año en el que no me he aburrido. Bien lo saben aquellos que me conocen personalmente.La pretensión de esta bitácora siempre ha sido la de informar y ofrecer una visión personal (parcial por supuesto) de las noticias más relevantes y que más tenían que ver con las injusticias a las que los ciudadanos nos vemos sometidos día sí, y el siguiente también. Espero haber logrado ese pretendido servicio.

Gracias a todos los que me han apoyado y a los que, sin querer, con su voraz crítica, han provocado que el El Gorrión se haya ido puliendo y encontrando su sitio idelógico dentro de la vorágine política que es hoy España.

---------------------------------------------------------------------------------------------

HACE UN AÑO EN EL GORRIÓN:

El hoy de la educación (¿integral?) (12 de octubre de 2005)

Las heridas del subsahariano (12 de octubre de 2005)

Un asunto de reyes (13 de octubre de 2005)