lunes, 13 de marzo de 2006

Un poco de la gran mentira

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Las investigaciones del diario EL Mundo están mostrando lo que ya se intuía y lo que este país del Lazarillo de Tormes sospechaba con su sutileza innata. Todos han mentido y todos han usado a las víctimas y su sufrimiento para sacar una tajada que, demostrada, merecía la pena.

Todos mintieron a los jueces, políticos, polícias, agentes del CNI y todo aquel que fuera interrogado con relación a la autoría o las intenciones de los atentados del 11-M. Y lo único que se le viene a uno es una tremenda sensación de asco y de estar viviendo en la boca del lobo. Una boca que ningún responsable desea abrir para que la verdad sea la aliada, por una vez, de los más desfavorecidos.

¿Será esto lo que nos merecemos? o por el contrario, ¿hemos de derrocar, digo, derrocar la dictadura de las buenas maneras y del talante por una sociedad más seria pero más cierta? Ya se verá.

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