
"Educación para la ciudadanía", pretende la tan delicada y loable hazaña de desarrollar las capacidades afectivas y la relación con los demás, como si la escuela fuera el ámbito donde aquello de las pandillas de toda la vida y los novietes y amiguillas, tomara su lugar desbancando a la casa de uno o a la propia calle. Ahora los niños no tendrán que salir a desarrollarse afectivamente ni con los amigos ni con los padres, porque ya lo harán en la escuela desde los tres añitos de modo sistemático y, sobre todo, verdadero y correcto. Eso sí que es educar.
Pero la cosa no queda ahí, dichas capacidades afectivas han de favorecer la convivencia y las relaciones sociales, de modo que, se adquieran también, habilidades para la resolución de conflictos. Pero, ¿en qué tipos de conflicto habrán pensado? Puede ser en el conflicto armado, o en el conflicto educativo (¿estudio o insulto al profesor?), o en el conflicto sexual, quizás (¿qué me gusta ser más hombre o mujer?).
Lo cierto y verdad es que "Educación para la ciudadanía" pretende, ante todo, fomentar actitudes contrarias a la violencia (aunque no a la violencia del adoctrinamiento ideológico desde los tres años), a los prejuicios y a los estereotipos sexistas, que no son otros que el hombre sea hombre y la mujer sea mujer. Decir hoy en España que el hombre ha de ser hombre es motivo de expediente, de falta y de reprobación, o como le quieran poner. Pero imagínense que a un niño o una niña de tres añitos se les va a educar en excelencia humana de que el hombre no tiene por qué sentirse hombre y la mujer no tiene porqué sentirse mujer (porque es lo más natural); y que lo más importante es seguir el designio de la propia sexualidad, más importante que la razón, las normas de convivencia, la formación de una personalidad madura y autodescubrimiento del pie con el que cada uno cojea.
La cruzada laicista ha tomado los despachos del ministerio y pretende hacernos creer que es lo correcto, sea políticamente o no, aunque no se dé ni consenso ni ninguna de las palabrejas que tanto gustan a la vanguardia mesopolítica de España (o del conjunto de naciones). ¿Dónde se encuentra el colectivo Anti-LOE para poner óbice a los excesos de estos indocumentados e intitulados? ¿Dónde la presencia de los agentes principales de la educación, a saber, los padres (perdón, progenitores)? ¿Dónde los verdaderos profesionales de la cosa educativa, a saber, los maestros y profesores?
Si los encargados de dar contenido a las directrices de este nuevo atentado contra la libertad y la educación son un grupo de ONG´S dirigidas y afines al pensamiento encarcelador de los socialistas y sus socios, entonces preparémonos para lo que se nos vendrá encima, un país de aborregados adolescentes y de incultos adultos interesados únicamente en cómo pagar con su sueldo el crédito que pidieron para ir a Marina d´Or o a cualquier otro redil estival. La ciudadanía necesita ser aborregada y el Gobierno mantenerse sempiternamente en el poder al exquisito modo de Castro o del Chaves andaluz. Antes era el Inserso, ahora los niños y niñas de tres años. Menos mal que aún no se han atrevido con la vida eterna, pero visto lo visto, poco les falta.
1 comentarios:
Muchas gracias, Tántalo. Siempre es un placer tenerlo por aquí. Un saludo. También sigo su blog con enorme interés. Fede
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