viernes, 14 de septiembre de 2007

La religión, una asignatura convulsa

|

La ignorancia unida a la aversión por la religión ha hecho al "gobierno de España" situarse en una posición que por dramática sería, sin duda, el mejor de los chistes de catetos. La religión, dentro de este plan urdido hace años, queda situada entre las peores de las lacras de nuestro tiempo. Excluyendo exposiciones fabricadas por y para progres ministeriales que reinventan y autointerpretan la historia con un antojo infantiloide, la verdadera acción de los gobiernos socialistas contra la religión se centra en la educación.

Tanto el estatuto de los profesores de religión, trabajadores de pleno derecho, como el propio derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones, queda reducido a la nada por decreto ideologíco violando, así, todas y cada una de las normas democráticas que tanto se encargan de pregonar como propias los que no dudan en quitar de un plumazo todo lo que no les sea de su interés.

La religión en la escuela esta siendo diezmada, a día de hoy, para dar paso a la Educación para la Ciudadanía, nueva religión progre, que encuentra su enemigo más directo en la elección religiosa que los padres hacen para sus hijos como un ejercicio de libertad que los socialistas del gobierno no soportan.

Mediante decretos y recomendaciones dependientes de las comunidades autónomas, reinos de taifas en esto de la educación, la religión está siendo suprimida de modo exponencial de la aulas, sin mucho ruido pero con muchas nueces. Claro es el caso de Andalucía y de su rey, Chaves el inmarcesible, dejando a miles padres y madres de familia con una reducción del 50% en su salario, sin más. Éstos que dicen defender a los trabajadores. Repito, sus trabajadores.

Éste es el presente de tolerancia y respeto que nos presenta el gobierno socialista, un pensamiento único, unos valores presentados e impuestos desde las instituciones públicas, un rechazo radical de la discrepancia y la pluralidad, un odio a la religión cristiana alimentada por la ignorancia y las consignas, un futuro, en definitiva, de ciudadanos que no conviven, sino que imponen sus gustos y, sobre todo, su forma de ver y vivir la vida.
---------
Disculpad mi prolongada ausencia. Dicen que la obligación tiene prioridad sobre la devoción, y aunque no se pueda hacer otra cosa, así es la vida. Un saludo a tod@s.

0 comentarios: