sábado, 19 de julio de 2008

La verdad ya no interesa a nadie

La destrucción económica de un país, como siempre, se refiere a la destrucción del sostenimiento económico de las familias de rango medio y bajo, más o menos, un 85% en España. El resto, poco preocupados por la crisis, se han encargado siempre de unir sus fuerzas a las del poder preponderante para garantizar sine die el mantenimiento de sus dineros y su nivel de vida. Sin duda, también están en su derecho.

El mismo silencio sobre la verdad del 11-M, como macabro ejemplo, forma parte de este proyecto totalitario de penuria económica urdido para aplanar las conciencias y, sobre todo, los intereses de los españoles. Imbuídos en la imposibilidad de mantener un nivel de vida aceptable, los españoles se dedican a obviar aquello que les aleja de ser manipulados y caen en la trampa de agradecer los regalos, que sin rubor, antes les han sido robados. Créditos en forma de medidas económicas presentados como acciones sociales vanguardistas y que por arte de birlibirloque han sido tomadas de los bolsillos de los españoles sin que éstos, pobres, se den ni cuenta.

Las acciones de un gobierno incapaz de paliar los efectos de una crisis, cada día y cada dato más, descomunal, han sido acciones promovidas para sumir a los ciudadanos en una pesadilla inconsciente del propio culpable, porque siendo capaces de asumir, el gobierno, su propia responsabilidad política, no lo ha hecho y pudiendo, ha omitido toda acción en favor de los españoles, de ese 85% por ciento que se cree las mentiras porque la verdad ya ha dejado de interesarles.

Un pueblo crédulo que ni sabe, ni quiere saber. Éste, sin duda, se perfila como el objetivo último de la política de Zapatero, que el pueblo delegue su propia responsabilidad como soberanos de sí mismos en los adanes de la nueva sociedad creada a imagen y semejanza del socialismo más atroz, y la ruindad económica de ese pueblo es el primer, y más fundamental, pilar para lograrlo. y vaya si lo está consiguiendo. (Foto: Redrick DeLeon)

4 comentarios:

Caballero ZP dijo...

Lo más gracioso la celeridad para extraditar a uno de los absueltos, ¿Qué prisas se dan cuando quieren?

Luis Amézaga dijo...

Depende quién la diga, en un país de sectas, si la dicen aquellos que no son de los nuestros, nada vale.

Anónimo dijo...

Si los que se supone no están ungidos dan el espectáculo que están dando en la oposición,aquí hay que echarse a un lado y convertirse en mero observador del derrumbe de la nación.

¡Vivan las caenas!

El Gorrión dijo...

La oposición ya ha renunciado a pensar y a muchas cosas más, y se ha convertido en otra secta satélite del gobierno, la fuente de poder ansiada por todos los que la ansían por encima, incluso de la verdad. Renuncia y tranquilidad, la nueva España, la del cambio.