El gran objetivo de Zapatero, vislumbrado hace algunos meses, ya es patente. Medios y fines se nos muestran sin tapujos, pero sí, con eufemismos que sólo atentan contra la inviolable dignidad de la persona y que sólo el gobierno se atreve a violar.
De la revolución racional del pienso, luego existo, y tras el varapalo del existo, luego pienso, en esta España de Zapatero, nos han hecho asumir el pienso, luego estorbo, de Forges como antesala de un periodo presuntuosamente perpetuo.
Pensar se ha convertido en el mayor de los pecados institucionales, laicistamente reprobable y legalmente punible a todos los efectos, porque llamar a las cosas por su nombre hoy supone un ejercicio de crispación que atenta contra el gran constructo paradisiaco creado a base de eufemismos e imposiciones que es la sociedad española.
La bonanza económica es la condición de posibilidad necesaria para lanzar las mentes y los sentires hacia algo más que llenar la barriga con lo primero que salga, por eso, la indigna inacción del gobierno frente a la crisis económica supone el primer paso para el control absoluto. Así en el como, luego existo, desaparece el pienso, la totalidad del pensamiento que se plantea quiénes son los culpables de esta situación y las formas de efectuar un cambio hacia un mundo mejor.
Negar la crisis no significa que el gobierno la niegue, sino todo lo contrario, es admitirla y promocionarla, agrandarla y favorecerla hasta el punto de que los ciudadanos estén dispuestos a asumir sin discrepancias un cambio social impuesto en cuanto regalo y felicidad. De ahí, que el debate sobre los delitos de unos pocos se presenten como los derechos de todos, que el derecho a elegir se convierta en la excusa para promocionar un relativismo legal del que sólo se benefician los que tienen el poder y los que abastecen al poder.
LOGSE, LOE y EpC se convierten entonces en el instrumento a largo plazo para conseguir que los ciudadanos no discrepen, que no se conviertan en crispadores de lo ajeno y acepten la imposición de un cambio lingüístico sin posibilidad de dar significado profundo a las cosas que ya lo tienen. Por eso, la democracia, pasa de ser el gobierno del pueblo en todas sus manifestaciones que defiendan la dignidad de la persona en los medios y en los fines, al intento de imponer los postulados propios sin consenso, despreciando la alternancia política e impidiendo la réplica a los que, aún hoy, se atreven a pensar.
De la revolución racional del pienso, luego existo, y tras el varapalo del existo, luego pienso, en esta España de Zapatero, nos han hecho asumir el pienso, luego estorbo, de Forges como antesala de un periodo presuntuosamente perpetuo.
Pensar se ha convertido en el mayor de los pecados institucionales, laicistamente reprobable y legalmente punible a todos los efectos, porque llamar a las cosas por su nombre hoy supone un ejercicio de crispación que atenta contra el gran constructo paradisiaco creado a base de eufemismos e imposiciones que es la sociedad española.
La bonanza económica es la condición de posibilidad necesaria para lanzar las mentes y los sentires hacia algo más que llenar la barriga con lo primero que salga, por eso, la indigna inacción del gobierno frente a la crisis económica supone el primer paso para el control absoluto. Así en el como, luego existo, desaparece el pienso, la totalidad del pensamiento que se plantea quiénes son los culpables de esta situación y las formas de efectuar un cambio hacia un mundo mejor.
Negar la crisis no significa que el gobierno la niegue, sino todo lo contrario, es admitirla y promocionarla, agrandarla y favorecerla hasta el punto de que los ciudadanos estén dispuestos a asumir sin discrepancias un cambio social impuesto en cuanto regalo y felicidad. De ahí, que el debate sobre los delitos de unos pocos se presenten como los derechos de todos, que el derecho a elegir se convierta en la excusa para promocionar un relativismo legal del que sólo se benefician los que tienen el poder y los que abastecen al poder.
LOGSE, LOE y EpC se convierten entonces en el instrumento a largo plazo para conseguir que los ciudadanos no discrepen, que no se conviertan en crispadores de lo ajeno y acepten la imposición de un cambio lingüístico sin posibilidad de dar significado profundo a las cosas que ya lo tienen. Por eso, la democracia, pasa de ser el gobierno del pueblo en todas sus manifestaciones que defiendan la dignidad de la persona en los medios y en los fines, al intento de imponer los postulados propios sin consenso, despreciando la alternancia política e impidiendo la réplica a los que, aún hoy, se atreven a pensar.
8 comentarios:
Te interesará el último post de mi blog, relacionado con esto.
Un saludo
El famoso umstülpung guerrista:" a España no la va a conocer ni la madre que la parió",no fue una boutade sin más del hermano de Juan.Todo encaja ahora.Era sin duda una declaración de principios del proyecto totalitario que inspira a estos chequistas.
En su mente estaban, amigo Rafa, Stalin, Iglesias y Negrín, si no, ¿qué es esta España del gran cambio de ZP sino la consecueción de aquello?
Afortunadamente aun quedamos unos cuantos dispuestos a pensar, y por lo tanto a molestar ... tu no dejes de hacerlo nunca, ni de escribir!!!
Un saludo
Gracias por enlazar mi blog, haré lo propio con el tuyo. Saludos
Parece que además Zapatero y su gobierno están muy preocupados por como asesinar a diestro y siniestro, preocupante esta situación.
Saludos
Buena vida para Zapatero y ni siquiera vida para los no abduZidos.
Un pueblo en crisis aún es más manejable, porque depende más de la subvención. Este país está en crisis de pensamiento.
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