miércoles, 28 de mayo de 2008

Federico, sí gracias

Se ha escrito hoy mucho sobre Federico Jiménez Losantos, sentado en el banquillo, simplemente por decir una verdad que pensaba. Hoy ha sido Gallardón, mañana será cualquier otro que no escatime en medios para quedar bien y tergiversar la verdad de unas palabras con la intención de convertirse en otro poderoso e intocable más, justo como en los tiempos de Tigrekán. Por eso, en vez de escribir nuevas cosas sobre el director de La Mañana, recupero una entrada que publiqué el 1o de noviembre de 2006 sobre lo que pensaba de él y que, por supuesto, sigo pensando, como respuesta, he de confesarlo, a una entrada de Javier Dorado, Jiménez Losantos, no gracias, en su blog de Periodista Digital del 7 de noviembre del mismo 2006. Creo que la actualidad de la entrada es manifiesta. Al menos, así lo creo yo.

Jiménez Losantos, SÍ GRACIAS

En estos tiempos que corren lo más fácil es ser correcto, moderado y caer bien a todo el mundo, vamos muy "polite". Una especie de sincretismo del comportamiento que busca sobrevivir como sea en esta sociedad de la competitividad y de las amistades por un tubo. Se tienen amigos gays cuando uno es muy hetero, se tienen íntimos del Betis cuando uno es más sevillón que el escudo, incluso colegitas de izquierda cuando uno se decanta más por una derecha liberal... lo que se dice llevarse bien con todo el mundo y no dar el cante. Quizás sea por eso, por lo que las personas que suelen definirse desde el principio, mostrando una radicalidad mal entendida por el resto de los mortales no suelen caer bien y son criticados hasta la saciedad, amén de ser tildados de fascistas, sectarios, retrógrados, ultras, montaraces, crispadores, alientos del odio, agitadores, demagogos, maquinadores, mentirosos y todo lo que se le pueda ocurrir al que observa estos comportamientos como antidemocráticos y propios de una dictadura.

Federico Jiménez Losantos es una de esas personas que siempre están al borde del abismo porque no pueden vivir lejos de él. Y no pueden porque tienen voz y no callan. Se le podrá criticar su pasado, se le podrá tachar de chaquetero, se le podrá decir que su entusiasmo le juega malas pasadas como a todos los que se mueven en el filo de la navaja, pero lo que no se le puede criticar es ese posicionamiento tan claro y tan necesario en esta España de los pactos y de las amistades peligrosas, esta España del buen rollito y de la moderación "guay", esta España del "juntos como hermanos". Es verdad que el propio Federico se ha creído su papel, no de salvador, pero sí de vocero y un vocero necesario de tantos millones de españoles que estamos asistiendo a la desmembración no ya de España, sino de los derechos más fundamentales como ciudadanos y como personas con su propia forma de pensar, alejada de las tesis más institucionales y políticamente correctas.

Es insultado por la maquinaria prisaica de Polanco porque denuncia las constantes tropelías del PSOE y sus amigotes nacionalistas. Criticado por los miembros del PP porque les dice lo que piensa. Es criticado por todos los que creen que debería apoyar al PP frente al PSOE, y criticado por todos los que creen que critica al PP porque ha perdido el norte y que los políticos populares no están haciendo lo que él, y sólo él, quiere que haga. Es criticado por todos los que creen que la moderación es el mejor camino de la democracia y es criticado por los radicales que insultan a todo ser viviente que no piense como ellos, y por los radicales que creen que Federico Jiménez Losantos no está siendo lo radical que debería ser dada la situación. Es criticado por los obispos nacionalistas como creen los que defienden el nacionalismo y criticado por los obispos más conservadores y pulcros, como creen los que creen en la efectividad onerosa del poder eclesiástico. Criticado por los que no le consideran de la profesión y criticado por los que piensan que sólo busca llenarse el bolsillo a costa de vociferar seis horas al día.

Ahora se podrá decir que el escribe esto está cegado por las palabras del director de La Mañana, pero guste o no, intento que mis palabras sean lo más objetivas posible, aunque éstas me cierren muchas puertas. Que cada uno piense lo que quiera, está en su derecho. Pero Jiménez Losantos no es un periodista, sino un comunicador que se manifiesta fiel a una línea editorial e ideológica, caiga lo que caiga, llueva o truene. Es amado u odiado, como todos los seres que han dejado huella en la historia de la humanidad. Si no fuera así, estaría escribiendo columnitas en cualquier revista de instituto de secundaria, pero lo realmente cierto es que millones de españoles lo han elegido como termómetro de su mundo concreto y como puente con aquel ente llamado sociedad, y que está tan necesitada de personas que den la cara. Y esto es innegable.

11 comentarios:

Alberto Esteban dijo...

Es curioso que algunos aún defiendan a Gallardón y critiquen a Losantos, cuando si la justicia da la razón a Gallardón indirectamente les impide a ellos opinar de Losantos. Y si esto es curioso más curioso es que alguno de ellos apoyara los GAL por ejemplo. Qué pena.

Saludos

El Gorrión dijo...

Como ha dicho hace un rato en la Linterna, españa está ya preparada para la dictadura del Chilikuatre. Tienes toda la razón, Qué pena.

Ramón_Lozano dijo...

Uno puede posicionarse claramente por una postura que puede que no guste a otros muchos y puede expresarse en un tono vehemente si quiere, pero debe mantener el respeto hacia los demás, y es en eso donde siempre ha fallado FJL, y por desgracia muchos de sus seguidores, algunos con blog propio. Por supuesto que esto nada tiene que ver contigo, Fede, pues tú siempre has expuesto tu opinión como creo que hay que hacerlo, de manera correcta y respetuosa y no por ello dejando de decir lo que piensas. Sería interesante que otros se aplicaran el cuento, y entre ellos Losantos.

saludos

El Gorrión dijo...

Lo que ocurre, amigo Ramón, es que el propio decantarse por una opción u otra nos coloca frente a aquellos a los que no les gusta nuestra opinión, y la verdad, a veces, es tildada de irrespetuosa. A nosotros, muchas veces nos gustaría decir barbaridades de aquellos que se las merecen porque se han ganado tales apelativos. Hay quien lo dice y hay quien intenta decir y quedar bien. El caso que nos ocupa es uno de ellos, y la vehemencia la mayor de las ocasiones es muy mal entendida en esta sociedad de lo correcto. Eso es lo que creo. Un saludo

Luis Amézaga dijo...

Gallardón es un ser patético. Y Losantos debería tener cuidado con los testigos que presenta, ¡menuda recua pepera!

Sempietnos dijo...

Gallardón en unas declaraciones dijo textualmente: "Hay que olvidar el pasado y pensar en el futuro..."
Y eso, lo dice el alcalde de una ciudad como Madrid al que le han matado 192 conciudadanos... ¿olvidar el pasado?, ¿pensar en el futuro olvidando el pasado?.
Ni Juan Luis Cebrián lo hubiese explicado mejor.
Se le entiende todo a Gallardón...

El Gorrión dijo...

Desgraciadamente, Gallardón ha heredado los peor de ambos mundos, el del pasado y el del presente y ahora quiere hacernos creer que eso es lo mejor que nos puede ocurrir en la vida.Si para eso tiene que llevar a quien sea al banquillo, pues que así sea. Lamentable. Y este irá en las listas de número "alto" para que cuendo votemos al PP sea él el que nos la meta doblada. Repito. Lamentable.

Schwan dijo...

Qué bien volver a escribir y ver que has retomado también tu actividad bloguera al 100%.

Yo debo decir que no soy oyente de FJL, aunque sí lo soy de César Vidal, y por ello, le escuché anoche y ésta noche estoy escuchando a Antonio Herrero. Creo que Gallardón es un engreído que con su actuación va a hacer un gran daño al PP, a todos. De hecho, ya ha empezado a salpicar a algunos de los representantes peperos como Zaplana o Esperanza Aguirre.

Anónimo dijo...

Se ha abierto la veda, espero que si cae Federico, tomen nota los insultados por los miserables de la SER y se querellen de la misma forma, e incluso con descalificaciones muchos más graves como las de asesino e hijos de puta por pertenecer a un partido politico. Que poca memoria tienen algunos.

Anónimo dijo...

Ciertamente, tenéis toda la razón. Gallardón está poniendo las cosas muy difíciles a los votantes del PP y esto, sin duda, pasará factura.

Civis dijo...

Qué siciliano es dodo esto, con su ley del silencio, con testigos no respondiendo a las preguntas que se formulan en sede judicial...cuánta omertá hay en il Partito Populare.
Pero más perderán ellos. Además, Losantos no está solo.
Un saludo.