Hace un año comenzó la andadura de El Gorrión, el día 12 de octubre de 2005. Un día de esos en los que no se tiene nada mejor que hacer que crear una bitácora, aunque sea día de fiesta, o día del Pilar o día de la Hispanidad. Tras varias bitácoras educativas, me decidí a poner por escrito todos aquellos pensamientos enmarañados que de vez en cuando me pasaban por la cabeza y que algunas veces me había atrevido a ordenar, en forma de carta al director, en los periódicos que tenían algo que decirme. Obviamente, no siempre eran publicadas, pero el ánimo que algunas personas, independientes políticos y amigos, me insuflaban cuando podían leer alguno de mis escritos, me dio la valentía y un propósito de compromiso suficiente para esta aventura.
Muchos de mis amigos se preguntan porqué elegí el nombre de El Gorrión. Por aquel entonces yo ya era asiduo lector de bitácoras y periódicos digitales, sobre todo, aquellos de marcado tinte político y educativo, y observaba que la mayoría de los nombres dejaban entrever ciertas tendencias, incluso que entre ellos se parecían demasiado. Por eso, después de no mucho pensar, es la verdad, decidí como nombre El Gorrión, es decir, un animalillo simpático y abundante, que se puede encontrar en cualquier ciudad o pueblo, o en medio del campo, o en la playa. Un animalillo que pasa desapercibido y que no hace demasiado ruido, pero que cuando está, se nota su presencia y su tintineante canto, una presencia que no molesta, pero que es constante. El Gorrión siempre busca y, aunque se conforma con poco, nunca es suficiente para darse por vencido, porque en su fragilidad está su grandeza. Todo una metáfora de lo que yo pretendía que fuera esta bitácora, quizás humilde pero incisiva, constante y siempre presente.
El desarrollo de El Gorrión en este primer año de vida ha pasado por momentos buenos y momentos menos buenos, coincidiendo siempre con cierta asiduidad a la hora de escribir y, por supuesto, con las circunstancias personales y de trabajo por las que he pasado este último año en el que no me he aburrido. Bien lo saben aquellos que me conocen personalmente.La pretensión de esta bitácora siempre ha sido la de informar y ofrecer una visión personal (parcial por supuesto) de las noticias más relevantes y que más tenían que ver con las injusticias a las que los ciudadanos nos vemos sometidos día sí, y el siguiente también. Espero haber logrado ese pretendido servicio.
Gracias a todos los que me han apoyado y a los que, sin querer, con su voraz crítica, han provocado que el El Gorrión se haya ido puliendo y encontrando su sitio idelógico dentro de la vorágine política que es hoy España.
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HACE UN AÑO EN EL GORRIÓN:
El hoy de la educación (¿integral?) (12 de octubre de 2005)
Las heridas del subsahariano (12 de octubre de 2005)
Un asunto de reyes (13 de octubre de 2005)
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