martes, 10 de enero de 2006

Normalidad democrática

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En estos días, el ínclito José Bono, ha calificado el cese del Teniente General Mena Aguado de un "acto de normalidad democrática".
Primero, fue un acto porque de ello se hicieron eco todos los pánfilos medios de comunicación españoles, sobre todo, los televisivos, e intentaron transmitir el malestar público por las declaraciones de Mena. Pero más que acto resultó ser una espectáculo grotesco, incluido coche oficial, al estilo del famoso "no a la guerra" de la farádula española, a saber, los progres de verdad.
Segundo, que lo que se dice normalidad, no se ha dado demasiado viendo el masivo revuelo que ha provocado el ya famoso acto del Ministro de Defensa Español. ¿A qué llama este señor normalidad? ¿A que es normal el cese de un alto cargo de las Fuerzas Armadas por realizar unas declaraciones sin tener derecho a hacerlas? Parece ser que, mientras Carod Rovira habla de España como colonia económica de Cataluña y de la prohibición de facto del español como lengua oficial, porque está en su derecho, Mena no tiene derecho a hablar como portavoz de sí mismo y como portavoz del sentir del Ejército Español. ¿Consecuencias?, arresto, cese y seguro que la mitad de su pensión.
Tercero, a la normalidad se le añade aquello de democrático. Y si una persona, sea quien sea, opina y alerta sobre los peligros de destrucción de un concepto que se asienta en la base de la convivencia como es la nación, y su ley más soberana, la Constitución, es castigado por ello, entonces ¿con qué descaro habla Bono de normalidad democrática? ¿Es el CAC, pues, un acto de normalidad democrática?
Así pues, la normalidad democrática consiste en cesar a un señor que lo que ha hecho como ciudadano-militar, pero al fin y al cabo como ciudadano español, es defender la Constitución Española nada más y nada menos que citando sus artículos, ejes de la soberanía popular y base de la nación, tuviera que rendir obedicencia o no con su silencio al gobierno de turno por pertenecer al ejército. La cosa se pone fea para la democracia que tanto nos costó alcanzar.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Fede, feliz año. Veo que estamos todos con la misma preocupación, y los mismos personajes. Me he pasado por aquí para dar un vistazo a tu blog, con el que no puedo estar mas de acuerdo. Vamos a tratar de seguir dando toda la caña que seamos capaces, un grano no hace granero, pero muchos si. A ver si se enteran Bono y compañía.

Un afectuoso saludo.