Los de PRIS-A, -OE, siguiendo el dictamen de Polanco, se han puesto manos a la obra para sondear la opinión pública en busca de apoyos tácitos y vacilantes, al tiempo que se lanzan a aventurar filtraciones del gobierno fuera de todo derecho en contra de la enseñanza de la religión en la escuela pública. La indecencia del Ministerio de Educación y su titular, marca la agenda del plan prolaical en las aulas de toda España. Y tal indecencia queda patente cuando se manifiesta públicamente la reducción horaria en la ESO de la Asignatura de Religión y la desaparición de la Alternativa. Tirar la piedra y esconder la mano, toda libre de pecado, ha sido siempre la estrategia de los que no son agua limpia, porque tales manifestaciones no hacen más que empañar la difícil situación del diálogo y las conversaciones entre los distintos responsables de la ultimación de la Ley de Educación en las comunidades autónomas, sobre todo, cuando estos encuentros aún no se han producido. ¿Qué significado tiene, pues, que los medios afines al citado plan hagan alarde de dotes supranaturales, vaticinando de antemano los resultados de las negociaciones sin que haya habido un comunicado por parte del ministerio desmintiendo tales afirmaciones?
Lo grave de todo este asunto es que las filtraciones se han producido antes de la reunión de Directores Generales de Educación de las Comunidades Autónomas para estudiar el borrador del Real Decreto sobre Enseñanzas Mínimas de la ESO, amén de la reunión de los Consejeros de Educación y de las negociaciones Iglesia-Estado de obligado cumplimiento en base a los acuerdos internacionales establecidos. Grave es, sobre todo, la presentación de las conclusiones sin haber sido propuestas para su estudio en las diferentes comisiones. Un apunte más sobre el concepto de democracia y libertad del Gobierno de España.
Pero más grave aún resulta la incompetencia del Ministerio al estimar oportuno la reducción de 6 a 4 horas de religión en la ESO, cuando los horarios quedaron bien fijados con la LOGSE, sin preocuparse ni siquiera el ubicuo Ministro Caldera, del 25% del profesorado de religión que se quedará en la calle... y sus familias, y sus hipotecas. Y la indecencia queda finalmente patente en la afirmación de la desaparición de la Alternativa a Religión, pero sin aportar soluciones a las tremendas y problemáticas consecuencias de esta medida, parte fundamental de la cruzada laica en la que se ha enfrascado el Gobierno de España para que los ciudadanos y los nuevos hijos de la LOE no caigan en la bajeza de ser libre pensadores y aguarles el poder.
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Hace un año en EL GORRIÓN:
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