Un presidente de España debería ser el español más comprometido con la verdad y con el esclarecimiento del mayor atentado ocurrido en este país. Pero, los datos y los hechos están demostrando que lo que menos le importa a Zapatero es descubrir la verdad del 11-M.
La política antiterrorista de Zapatero se ha caracterizado por el discurso bondadoso sobre ETA, por la intervención judicial con respecto a las sentencias sobre las acciones terroristas y sobre las concentraciones de éstos. Se ha acercado a los asesinos mientras que ha desoído las voces de las víctimas. Ha loado la bondad de ETA y sus dirigentes en numerosísimas ocasiones tergiversando el lenguaje para hacer decir a la realidad lo que él quería. Ha realizado pactos políticos con los asesinos a cambio de dejar huella en los libros de historia y en el sillón de La Moncloa, hipotecando la dignidad de todos los españoles y convirtiendo España en un Estado sin identidad.
El mismo 11, 12 y 13 de marzo de 2004, él y sus portavoces comenzaron a defender la inocencia de ETA sospechosamente, casi como si la pudieran garantizar o como si hubieran entablado las conversaciones para la escisión del País Vasco, como de hecho, se ha demostrado después. Y aquellos días, al tiempo que tildaban de mentirosos y asesinos al Gobierno de Aznar, defendían con uñas y dientes la autoría islamista de los atentados.
La comisión del 11-M fue una pantomima democrática que Zapatero se encargó de dinamitar, defendiendo sus posturas y negándose a responder a todas las cuestiones que le comprometían, sobre todo, las que tenían que ver con los asesinos de ETA y con el manejo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Lo que trascendió a la opinión pública fue únicamente que el Partido Popular había mentido vilmente a todos los españoles. Y de esto es único culpable Zapatero, que mintió con alevosía a toda España.
Y tras la sentencia de Gómez Bermúdez, Zapatero y sus portavoces han seguido manteniendo la misma teoría y la misma actitud ofensiva e hiriente, incluso sin haberse esclarecido los puntos más importantes de los ocurrido el 11-M.
Zapatero es culpable, porque no está interesado en llegar a la verdad de los hechos, descalificando a todos los medios que siguen investigando y siguen ejerciendo la libertad de expresión. Zapatero es culpable por escuchar sólo a las víctimas que se decantaban por la autoría islamista y es culpable de buscar a los responsables allí donde más le convenía. Y Zapatero es culpable por no reconocer que triunfó en las elecciones gracias a 200 muertos, gracias a su uso electoral y gracias al dolor de millones de españoles que no tenían ni el corazón ni la mente para depositar una papeleta en las urnas.
Huelga de educación primaria en Tomares
Hace 11 años
3 comentarios:
Este Gobierno ha actuado con el 11-M de la misma forma que con ETA antes, durante y después de la tregua. Parece que no tienen ningún interés por investigar a los terroristas que amenazan nuestras vidas y nuestra seguridad. Ojalá el PSOE le dedicase a este tema tantos esfuerzos y tiempo como el que ha malgastado en el guerracivilismo de la "memoria histórica".
Es muy sospechosa la actitud de Z con los etarras y el interés que tiene en que no se vean implicados en el 11-M. ¿Será or las conversaciones? ¿Será porque si se demuestra que ETA tuvo algo que ver el gobierno de Z se vendrá al traste? Saludos
¿Para que quiere Rodríguez el Traidor 'descubrir' la verdad del 11-M si ya la sabe?
La 'descubre' cada vez que se mira al espejo.
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