jueves, 12 de junio de 2008

Aires de huelga general

La huelga de transportes, fundamentalmente, que estamos sufriendo todos los ciudadanos a día de hoy, durante el segundo gobierno de Zapatero -dato que no es baladí-, parece ser que no hace daño al Ejecutivo, ya sea por caradura, ya por incompetencia, ya por la una seguida de la otra.

Yo, personalmente, me hago dos preguntas, sobre todo, dado que no puedo adquirir ni alimentos básicos ni el combustible que me ayuda a que, precisamente, pueda adquirir esos alimentos con mi propio sueldo. No es que sea transportista, pero los doscientos kilómetros diarios no hay quien me los quite del cuerpo. La primera, ¿dónde están los sindicatos que dicen representar a todos los trabajadores de este país, dónde están las manos alzadas y los grandes discursos de Fidalgo y Méndez, dónde están sus golpes de pecho, dónde sus promesas?

La segunda, dada la peligrosa situación que están viviendo casi todos los ciudadanos españoles -no sólo pescadores, transportistas, agricultores, ganaderos, taxistas, albañiles, banqueros y constructores-, y dada la perspectiva desastrosa, a corto y largo plazo, de la situación económica y social española, ¿es legítima y viable una huelga general contra la política global de Zapatero, por su incompetencia, su inacción y su negación?

Y eso es lo realmente grave. La crisis económica está dejando de serlo para convertirse en un gravísimo problema social, porque la situación de precariedad no sólo se expande ya a los más pobres, -los primeros que siempre sufren estas cosas-, sino a todos y cada uno de los españoles y en todos los ámbitos de sus vidas, desde la alimentación hasta el ocio.

Aún tenemos memoria para recordar la huelga general de junio de 2002 contra la reforma laboral del gobierno de Aznar, ¿cómo se movieron los sindicatos? ¿Cómo se movió la oposición, cómo ladraba? ¿Cómo se movilizaron las asociaciones ciudadanas? ¿Cómo trabajaban los medios para denunciar la injusticia manifiesta del gobierno según su omnisciencia?

Y como a cada guarro le llega su san Martín, la tan necesaria huelga general caerá por su propio peso, razones no faltan, para rememorar las grandes huelgas del felipismo, todas ellas con una razón fundamental, -a pesar de las reivindicaciones concretas-, la precaria situación económica que dejó a los españoles con el cinturón apretado muchos años más de lo justo y necesario. Oh casualidad, casualidad.

3 comentarios:

braincrapped dijo...

Rodríguez el Traidor escondido como el cobarde que es y sin reconocer la gravedad del problema.

Lo único que se le ha ocurrido es mandar a la Policía a repartir talante.

http://www.elmundo.es/albumes/2008/06/11/almeria/

Anónimo dijo...

El problema que tenemos no solo se debe a causas externas, que obiamente tambien tendrán su influencia, sino a un problema muchísimo mas grande y grabe. Una sociedad española ignorante y carente de objetivos y prioridades, unos españoles, que les interesa mas saber como va "gran hermano" que la economía, como va "operación triunfo" que el preguntarse por qué esta habiendo gente que se esta hundiendo y teniendo que cerrar sus negocios o por qué el 70% de los españoles tiene dificultades al llegar a fin de mes, y en fin, muchisimas otras cosas.
Los españoles se han dejado manejar y engañar por este "showman" de ZP, que solo ha sabido dar el espectáculo y al cual han votado todos los peleles españoles que le han seguido, los cuales ahora lloran por la situación actual.
Lo siento mucho pero tenemos lo que la mayoría de españa ha votado.
Como dijo en una ocasión Mariano.R "Creo que haría falta algo más que ser español y mayor de edad para votar", aunque creo aún así seguirían votado tambien los mismos ignorantes.

Alberto Esteban dijo...

Vamos, si esto que está pasando no es motivo para una huelga general...

Saludos