miércoles, 19 de octubre de 2005

El manjar más exquisito

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Es una pena observar cómo las aulas y las horas de religión van quedando año tras año más vacías, yermas, diría yo, ante el descrédito del que es objeto la asignatura, el profesor y los alumnos que aún osan blandir su voluntad hacia ella. El peligro que supone la clase de religión para el mantenimiento del sistema queda patente en su repulsa, precisamente, porque saben que no son catequesis, que son una especie de adoctrinamiento trasnochado, porque saben que la clase de religión responde a una necesidad de la educación integral, no sólo en valores, sino que tiene en cuenta la totalidad de la persona en su realidad, que no niega el interés individual en pro del colectivo, independientemente de la creencia que se posea. En una clase de religión caben creyentes y no creyentes, todos, no sólo los elegidos... y la unión, a veces, se muestra peligrosa para los que pretenden dividir.

El valor de la clase de religión no consiste en la adquisición de unos contenidos, una nota, una adecuación de la capacidad mental y lógica, sino que depende del crecimiento de la persona en su conjunto. Supone un instrumento que abre los ojos y educa el corazón, tan oscuro en los tiempos que nos ha tocado vivir, y el que les ha tocado vivir a los jóvenes, y cuyo objetivo fundamental es que estos jóvenes sean ellos mismos y que expriman todas las posibilidades que poseen como personas dentro de su entorno cultural y social, que sean capaces de vivir y de que sus vidas no sean manejadas.

Pero nada, los zapadores de lo público siguen manejando el cotarro a su antojo y purgando la clase de religión de su perfecto sistema educativo de librepensadores, porque ya saben, sobre gustos no hay nada escrito, aunque el desencanto de la educación y su sabor amargo siga expandiéndose por toda la masa social, por cada nueva generación, y crean tomar el manjar más exquisito.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

las clases de religion deben seguir!!
con la religion se convive cada dia, no nos damos cuenta o que??
Ya esta bien de tanto cambio de ley que luego son los ministros quienes se llevan el "oro"