martes, 25 de octubre de 2005

La libertad de los pequeños detalles

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Hoy, un profesor de religión se ha atrevido a colocar en el tablón de anuncios de la sala de profesores de su centro un cartel hablando de la precaria situación de este colectivo de trabajadores.Aunque sólo era un folio, primero lo intentó poner en la parte reservada a Varios, atestada de carteles en favor de la estabilidad de los interinos y carteles de los diferentes sindicatos de profesores, pero no había espacio. Luego, repasando pensó que no debía colocar tal información en los espacios reservados a Jefatura de Estudios, Departamentos, Documentación ni Cursos. Al fin decidió estamparlo en un lugar llamado "información". Hay que añadir que la situación de este profesor en su centro es más que precaria, tanto laboralemente como por el trato recibido de muchos de sus compañeros de profesión, con lo que le costó, no es para menos, informar gráficamente a sus iguales.

Al final del día, y recogiendo sus cosas tras una exhausta jornada de trabajo con alumnos de la ESO, se encuentra que su información ha sido literalmente tapada con un librillo sobre la normativa de bajas de los funcionarios docentes y que llevaba dos semanas rondando por la mesa de la sala de profesores. ¿Dónde está la libertad de enseñanza? ¿Dónde la solidaridad con los compañeros de trabajo? ¿Dónde la igualdad? De todos es conocida la labor del profesor en este centro, pero hasta en la educación la libertad es patrimonio de unos pocos.

(Publicado en ABC de Sevilla y en Diario de Sevilla, sección de cartas al director. 27/10/05)

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