miércoles, 9 de noviembre de 2005

El Tinell, la "cosa nostra"

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La cosa va de pactos porque supone el credo de Zpeitor y sus secuaces, sobre todo, desde que tienen enmarcado en la cabecera de sus camas el de Perpignan, a un lado Otegui y al otro Jose Luís Carod, como modelo de libertad, democracia y solidaridad con las minorías. Poco a poco, el ansia expansionista de Cataluña, la obsesión por su financiación a costa de todos los trabajadores españoles y el apoyo emfermizo de Zpeitor a este circo, van encontrando una respuesta clara, concisa y certera. La cópula entre el PSOE y el tripartito catalán deviene materia en el "Pacto del Tinell".

ERC tiene atado, y bien atado, al Partido Socialista por donde más le duele, o mejor, por donde más nos duele, porque aunque este año vaya a subir el Euribor, el crédito hipotecario del PSOE con respecto a los catalanes nos va a salir mucho más caro, por ejemplo, la desaparición de lo que hoy llamamos España. El Pacto del Tinell supone el descubrimiento de lo que estaba oculto, el apocalipsis, que significa "quitar el velo", además del significado moderno que supone el fin de algo de modo estruendoso.

Y los catalanes intrigantes del tripartito han puesto las cartas sobre la mesa y han recordado a Zpeitor sus promesas, su voluntad de apoyo al plan conspirador catalanista a cambio de la mayoría en todos los atropellos contra la nación española, sus derechos, sus libertades y sus esperanzas de futuro.

La cuestión que Rajoy planteaba al presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados en cuanto a las intenciones profundas del apoyo al separatismo catalán encuentra su respuesta en el "Tinell", - "yo apoyo todos tus deseos catalanistas y tu me votas en el Congreso para hacer masa contra los conspiradores del PP"-, dirían entre cava y espetec. -"Tú me apoyas el estatuto y yo te cierro la COPE"-. -"Yo voy a Perpignan y tu te quedas los atentados".

A todo este entramado de intereses y concesiones hay que añadir sin duda la rescisión y hundimiento de la clase de religión, porque en ERC son republicanos, que quede bien claro, -como nuestro presi, que es rojo hasta la médula-. Y allí la cópula del Tinell alcanzó su climax porque ya no había concesiones, sino un acuerdo unánime y un exquisito acaloramiento. La emoción al sentir la unión para dejar en la calle a diecisietemil profesores y violar el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos fue como si el mundo se terminase en aquel mismo instante.

De modo que, la clase de religión, y su desaparición absoluta del currículo de la educación pública, no se lleva a cabo por la defensa de los derechos y por una escuela libre de confesionalismos, por la libertad de conciencia y el respeto a los que no piensan igual, sino porque lo han pactado y porque Zpeitor se lo ha prometido. No hay más razones, un chanchullo escabroso contra el librepensamiento y a favor de la creación de los hijos borregos de la LOE, los quemacoches traumatizados del siglo XXI.

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