martes, 18 de abril de 2006

Andalucía es una realidad nacional

Estamos contentos los andaluces. Ya me dirán. Porque la chistera socialista ha decidido que somos una realidad nacional, suponemos que independiente de España, la única nación hasta la fecha.

Mientras el PSOE acusa al PP de querer minar el avance del estado de derecho según las directrices de Génova, éste arremete contra los socialistas manifestando su voluntad de destruir España y la soberanía nacional del pueblo.

Lo cierto y verdad es que el 90% de los andaluces no deseamos que Andalucía sea una realidad nacional, precisamente porque consideramos que la única realidad nacional es España, tal y como se deduce de la Constitución de 1978, posible gracias a la entidad del pueblo español, todo él, como sujeto constituyente de la misma -cosa que ahora parece que tampoco es cierto según los doctos dirigentes del PSOE-.

El papel del sempiterno y aburrido Chaves en la formación y fundamentación del nuevo estatuto andaluz no hace más que hablar de su reincidente y conocida incapacidad para gobernar una región que no se merece un presidente como él. Su afán por copiar y repetir el estatuto catalán de modo literal deja abierta las puertas al más infame fracaso como pueblo y como sujeto de decisión. Porque este nuevo regimen supeditado a la decisión de vascos y catalanes, deja fuera de juego, y de cualquier iniciativa, a los andaluces, historicamente paganos de las riquezas ajenas y lejanas del norte de España.

El blindaje de competencias en materia económica y judicial dejará a Andalucía en la precariedad más absoluta porque la solidaridad económica por parte del Estado Español cesará sin remisión, pero los privilegios orgánicos de las comunidades más ricas tendrán que seguir manteniéndose a costa de las poblaciones más numerosas y más pobres, como siempre ha sido.

Lo más triste es que este ancestral "solar de España" seguirá soportando el yugo del ardir socialista para seguir sine die en el poder, regalando bocadillos de mortadela a los ancianos y pagándoles el billete de autobús para que ondeen sus banderitas en los mítines, porque el cortijo de los señoritos andaluces, estos del PSOE e IU, no puede dejar de serlo. Sería el desastre de muchas casas. Además, hay mucho ganado que apacentar y muchos fardos que guardar. Si no que se lo digan a los defensores del PER.

sábado, 8 de abril de 2006

Bajo la protección de la locura de la LOE. (Al fin, LOE para todos -II-)

Decía san Agustín que el número de locos es tan grande, que la prudencia se ve obligada a ponerse bajo su protección. Hoy, desde esta perspectiva tan antigua como cierta hemos de pensar el grotesco episodio de la aprobación de la Ley Orgánica de Educación por parte de los que, dicen, representan a la mayoría del pueblo español. Así, una pequeña mayoría junto a las inmensas minorías nacionalistas y otros invitados a las bodas del taco y el adoctrinamiento han llevado a cabo aquello de la pluralidad cultural desde el pensamiento único. Toda una paradoja.

¿Cómo es posible que se defienda con efusión la libertad, los derechos y el pluralismo cuando se acomete todo lo contrario? Porque la libertad queda manipulada desde el propio curriculum base y su diseño, negando la posibilidad de elección de la educación que se quiera. Se niegan también los derechos de los padres y de los profesores en pro de una falsa libertad de los alumnos a los que se les concede una madurez para decidir que no poseen. Se niega el pluralismo y la posibilidad de la formación de un pensamiento personal al ofrecer los contenidos desde un punto de vista único, omitiendo aquellos que no son considerados adecuados o importantes.

A este respecto, la asignatura de religión queda, no ya devaluada, sino desgajada por completo de los planes de estudios y de la vida de los centros docentes. Mientras, las cátedras laicistas de estos centros quedan henchidas de satisfacción porque ya no tendrán a ese duro rival en la carrera del proselitismo adolescente.

Dejar a la religión sin ser computable y sin alternativa es el último paso para su desaparición absoluta, y con ella el elemento discordante en una educación que crea seres sin profundidad personal y sin mecanismos para el autodesarrollo. Porque, la fijación contra la asignatura va en consonancia con su importancia y su capacidad de ofrecer una forma sensata de ver el mundo y de vivir en él. El mismo "acoso" a los profesores que imparten la religión no es sino la prueba de que es necesario anular toda reacción contra el adoctrinamiento al que se somete a los alumnos en la escuela pública. Y esto queda patente con la creación de la "Educación para la ciudadanía", otra religión de medio pelo donde la reina es la igualdad de género y la implantación de una "nueva" forma de pensar sospechosamente correcta.

Lo único que se le ocurre a uno es que sin la religión, la escuela pública pierde uno de sus pilares fundamentales.-Con lo fácil que sería hacer bien las cosas-. Al tiempo que le inunda un sentimiento de frustración y desasosiego que ya no conoce límites, porque ve cómo la prudencia, la mesura y la vocación docente quedan, como decía san Agustín, bajo la protección de la locura de un pacto de partidos entronizados, dueños del cetro de la libertad y la defensa de los derechos.

viernes, 7 de abril de 2006

Al fin, LOE para todos!! ( I )

Ya no hay marcha atrás, aunque digan que es una ley con fecha de caducidad. La LOE ha sido aprobada sin consenso y sin pacto de estado. Una ley parcial como ley universal para todos los que hemos tenido la desgracia de ser profesor o alumno de coincidir con este gobierno. La pena y la frustración acaba de inundarlo todo. Seguiremos.