jueves, 22 de junio de 2006

ETA amenaza a toda la sociedad española

La sonrisa de Txapote en el juicio del asesinato de Miguel Ángel Blanco no nos fue lanzada de balde. Sabía de antemano que sus correligionarios de la ETA iban a poner las cartas sobre la mesa y se iban a colocar la capucha blanca del proceso de paz en sus caras anónimas, para decirnos a todos los españoles que no están dispuestos a tolerar ninguna agresión más de los derechos que tienen como parte de la mesa negociadora, unos derechos ganados a punta de pistola.

Pero la amenaza de los plazos y las extorsiones no sólo han sido dirigidas al Gobierno de España y al hacedor de las promesas secesionistas, Zapatero, sino a toda la sociedad española, a todos y cada uno de los ciudadanos españoles que no cumulguen a pie juntillas con el proyecto territorial de paz de Zetapelandia. Porque este soñado y prometido proyecto goza de una larga vida ya, seguramente más de dos años y las anexiones pactadas con suelo y vasallos ajenos se ha transformado en una realidad exigida como "territorialidad vasca", a saber, Navarra y todos sus habitantes españoles. O creía Zapatero que los etarras no iban a exigir el cumplimiento de las promesas realizadas antes del 11M, porque una cosa es comprometerse a bajar los impuestos, subir los sueldos, bajar el precio de las viviendas, otorgar a todas las comunidades los mayores privilegios frente a las demás... y otra bien distinta comprometerse con los etarras y los nazionalistas a fuer de blindajes pretendiendo que, llegado al poder, no puedan ser cumplidas ni una sola de las mismas. Supondrá Zapatero que es más inteligente y más listo que estas alimañas insaciables del separatismo terrorista, del insulto y del tiro en la nuca.

La propia figura hierática y enferma de Rubalcaba indica que no todo es como dicen y que el proceso de paz es sólo un cuento mediático para que los más allegados sigan manteniéndoles en el poder. Y por mucho que los López Garrido de turno sigan manifestando públicamente que en España no hay terrorismo, la verdad es bien otra. Las juventudes de ETA están dispuestas y deseosas para el ataque. Las extorsiones continuan, así como las acciones violentas a numerosas sucursales políticas y bancarias, y las amenazas se manifiestan en público y en privado con jactancia y chulería, además de instar al Gobierno continuamente a que si se produce algún agravio a los defensores de EuskalHerria, el proceso de paz quedará roto para pasar al tiro en la nuca, método etarra para ejercer su derecho a la autodeterminación.

Incluso la labor de la policía ha sido desprestigiada como en un intento de minar las esperanzas y las expectativas que el Estado de Derecho tiene depositadas en la labor insustituible y eficaz de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Porque la amenaza a la sociedad española en su conjunto y a la policía dejan entrever que los asesinos etarras no tienen toda la sartén por el mango, aunque sí bastante.

La necesaria unión del conjunto de la sociedad española, en unión con la policía y las instancias judiciales han de ser suficientes, y de hecho lo son, para que la lacra de la ETA quede liquidada. La prueba de ello se encuentra en las mismas amezanas. Lo único que nos falta es que los que mandan se den cuenta de ello y pongan el bien general y el bien social de España por encima de sus intereses y miedos personales. Si no, será nuestra labor jubilarlos pronto.

viernes, 16 de junio de 2006

"Estamos en la línea", Solbes dixit

España está inmersa en un momento de confusión esperpéntico y de caída de todos los nortes posibles, se les quiera llamar ideales, valores, normas o tradiciones constitutivas de nuestra identidad individual y colectiva. Está sumida en el sueño de una libertad amelcochada dirigida mediáticamente y que se cree su propia mentira.

Dentro del fragor del estatuto catalán y andaluz, del gallego y el balear, de ETA y del nuevo régimen que ni es una cosa ni otra, Solbes, el titular de economía del gobierno de Zapatero, ha declarado respecto de la economía española que "estamos en la línea". Pero, de qué línea se trata, cómo es tal línea.

Supongo que se referirá al plan urdido meses antes del 11-M para que unos pocos tuvieran mucho, y el resto de los españoles nos convirtiésemos en vasallos monetarios de los nuevos caciques de luengo salario público. Porque la nefasta dirección económica de España no afecta a estos maquinadores de lo ajeno, sino a millones de familias a las que no les cuadran las cuentas, sus cuentas domésticas, las de su casa, que no hace mucho podían soportarse.

Imbuidos, los españoles, por una cultura del fraude y del escándalo de facturas públicas y más falsas que una moneda de tres euros, el desmedido aumento del precio, que no del valor, de las viviendas no deja más que la puerta abierta al fracaso personal de tantos y tantos jóvenes que no pueden ni respirar, tantas parejas que desean lanzarse a una vida digna y que descubren en su piel que las promesas del ministerio de la vivienda y una tal Trujillo sólo eran novedosas artimañas electorales dirigidas allí donde más duele y sienten los españoles, sobre todo, los jóvenes.

La subida indiscriminada de la vivienda junto con los tipos de interés, el dichoso euribor, acuerdo de bancos y gobiernos, sumado a la permisividad de un gobierno manirroto en el gasto público favorece y provoca, por una lado, el fraude fiscal, porque comprar una vivienda en España se convierte en algo sencillamente imposible para el 90% de los ciudadanos, y por otro lado, condena a los jóvenes a seguir siendo dependientes de sus progenitores hasta bien pasada su juventud. Esto conlleva a su vez, que los bancos no concedan hipotecas a aquellas personas que superen cierta edad, con lo que estamos ante la pescadilla que se muerde la cola, amén de las dificultades para justificar ante un director cualquiera de banco que serás capaz de pagar una cuota superior las posibilidades de una trabajador del montón durante 30 ó 40 años.

Y qué hace Solbes y el gobierno en conjunto viendo que la inflación se ha duplicado en los últimos dos años. Mostrar sin tapujos la desfachatez propia de estos individuos que nos mandan, decir que estamos en la línea. Una línea en la que los impuestos crecen sin cesar porque las cuentas del estado no cuadran, porque se gasta absurdamente, porque los salarios se congelan, porque a las grandes multinacionales no les es rentable trabajar en España ya que tienen que pagar más de lo que facturan, porque tener descendencia sale por un pico... y decían que la España de Aznar no iba tan bien como decía. Si va a resultar que vamos a echar de menos aquello de Alfonso Guerra del apretarse el cinturón.

Estamos en la línea y las consecuencias reales se verán a corto plazo, y cuando los españoles estemos asfixiados vendrán más libertadores de las economía doméstica para maniatar los derechos a todo lo digno que la Constitución manifiesta. Para entonces, la línea habrá caído tanto que ya no merecerá la pena ni levantarse para ir a trabajar, y la pregunta que se harán los señores que nos mandan será, de qué vamos a vivir ahora. Lo importante es que España arrasa en el mundial y que, como saben, estamos en la línea, aunque seamos un desastre económico y el hazmereir de media Europa.

domingo, 11 de junio de 2006

La victoria de la democracia

La victoria de la democracia acontece en estos instantes, y Zapatero lo sabe. Su propia singularidad le hace obviar el clamor de un pueblo que exige la verdad de una España que da sus útimos coletazos como tal. Esa singularidad que le hace llamar a los asesinos demócratas y a los demócratas instigadores de la violencia y la crispación. Una lógica poco común para un presidente que pretende ser el mejor de la historia de esta democracia nuestra tan joven y tan arraigada ya en el corazón de los españoles.

La victoria de la democracia, dice Zapatero, es la negociación con los terroristas, no así las calles de la capital de España y tantos hogares del resto de nuestra nación. Más de un millón dando la cara. Aunque, ¿qué son un millón de personas entre los diez millones de votos del PP?, porque para las cuentas del PSOE y de los de Perpiñán, la concentración de la AVT ha sido un rotundo fracaso, muestra de que España está con Zapatero y que estas actividades antidemocráticas no podrán nunca llegar a suplir y ensombrecer la verdadera labor democrática, a saber, pactar cara a cara, pactar de tú a tú la repartición de España con los asesinos a cambio de mandar imponiendo una ideología que no está en ningún manual, sino sólo en los corazones más despiadados y ruínes.

La victoria de la democracia no es más que seguir luchando por la misma y no dejar de lado a tantas y tantas víctimas de la sinrazón ultranacionalista y ultra-para-mí-mismo, propia de Zapatero y de las personas que se creen su bondad, impuesta a base de mentiras e instigaciones de las más bajas pasiones del ser humano.

La victoria de la democracia es seguir siendo españoles y dando muestras de ello a toda costa. No basta con decirlo, ni basta con confundir a los iletrados de la parte que piensa que da lo mismo ser español o no serlo.

La democracia está venciendo aunque le cueste ganar. Ayer fue el primer paso.

jueves, 8 de junio de 2006

De disculpas, ataques y contubernios, (el PSOE en su esencia)

Las cosas no son lo que parecen, aunque el león sea mucho más fiero de lo que lo pintan, porque Bambi y Cía. tienen un plan que es la monda loronda y les ha entrado las siete cosas cuando han visto su capullo de rosa aprisionado por la sierpes asesina en el Gara, como si su propia bondad jactanciosa les hubiese pasado la factura de la onerosidad del que no deja de jugar con fuego, sobre todo, con el ajeno.

Las disculpas del PSOE no son más que la autolegitimación de lo ilegitimable,precisamente, por ir en contra de todo lo que es legítimo en un estado de derecho. Aún cuando al adversario se le acuse de no compartir las barbaridades de uno mismo y de romper el consenso negando cualquier apoyo, cosa que habría que ver.

Las víctimas de la banda terrorista batasuna-ETA y de la banda de maleantes que ocupan La Moncloa y sus alrededores no se merecen un gobierno ni una gestión que los ningunee y les haga ver a ciencia cierta que sus sufrimientos son usados a lo goma-2 para dinamitar lo que nos queda de esta España tan desgajada de sí misma. Y mientras, de nuevo, estas víctimas van a salir a la calle para que todo el mundo se entere de quíenes son los asesinos, las rosas blancas de la cultura, el progreso, la libertad, los derechos... es decir, la izquierda, van a celebrar la estupidez de uno de los derechos más fundametanles de esa masa social que son los transexuales y su cambio de sexo oficial (qué trauma no tendrán).

Y qué no habrá hecho Pepiño para que el Santander le perdone un crédito de 2000 kilos, que se dice pronto. Qué amenazas, qué promesas..., incluso a los que aún siguen queriendo mantener a Del Olmo para que siga instruyendo aquel asunto que hizo que un partido aspirante a prestidigitador y a saltimbanqui del dinero llegase a gobernar lo que ahora no existe.

Pero dejemos que los asesinos sigan dirigiendo los designios de España y amenazando a todos los que estén a favor de la libertad y del cumplimiento de la justicia. Y no hablamos de PSOE, ni PSE, por supuesto.

sábado, 3 de junio de 2006

Zapatero, el caballero de la paz

Parece un hombre satisfecho de su ser hacedor de la libertad que él mismo se ha inventado y que cree la única del modo y forma como sólo él la piensa. Voluntad en ristre, Zapatero ha logrado que su verdad se convierta en la Verdad Una y que su unívoca idea de la paz, propia de un dios venido a más, se cierna inviable sobre el común de los que no conocen más realidad que la de las seis de la mañana.

Zapatero se ha creído su propia ilusión y nosotros estamos aquí, súbditos, para soportar las acometidas del más poderoso y razonable de los hombres que pueblan la faz de la tierra, de este Edén que necesita su insondable mano para ser un lugar que merezca la pena habitar. Con España lo ha hecho, y la ha convertido en aquel lugar que soñó de pequeño allá por esos campos de Castilla, un lugar donde todos puedan hacer lo que quieran con la única ayuda de su voz y consejo.

Pero el caballero de la paz se ha encontrado con los que miran a los ojos a sus víctimas antes de meterles un tiro en la nuca, y parecía que el caballero de la paz iba a despetar de su sueño de niño para convertirse en lo que todos esperan de él, un hombre que haga cumplir la ley y la garantía del Estado de Derecho, dicha justicia, para que deje caer su martillo constitucional sobre los asesinos y los enemigos de la libertad.

Zapatero ha fallado a todos los españoles, les ha mentido y les ha metido en el callejón sin salida que supone olvidar al pueblo que entregó su vida por la libertad. Ya no hay España, ya no hay Constitución, ya no hay Estado de Derecho, ya no hay libertad, porque la política ha conseguido lo que siempre ha hecho, intentar dominar al dominable y mantenerse en el poder al precio que fuera necesario, y muchos se lo han creído y se lo siguen creyendo. Eso es poder. Hoy nos ha tocado sucumbir a los asesinos de ETA, pero éste es sólo el principio.