domingo, 26 de noviembre de 2006

Zapatero desoye el clamor de la calle

Pese al unánime clamor de las todos los que apoyaron en la manifestación del 25-N a la víctimas del terrorismo y su rechazo a las conversaciones del Gobierno con la banda asesina Batasuna-ETA, Rodríguez Zapatero sigue obcecado en llevar a término su personal claudicación de la democracia y la libertad. Ya sea por la onerosidad de los compromisos adquiridos en el famoso "contrato" con ETA , por la constatada incapacidad para escuchar al pueblo al que debe todo y se debe en cuerpo y alma o por la consecución de los intereses partidistas que pasan por los de la izquierda menos socialista y/o por los nacionalismos más anticonstitucinales, Zapatero ha ofrecido su cara más siniestra, sobre todo, con lo que respecta a su opinión sobre el "proceso de paz" y elevando a los altares del socialismo a De Jauna Chaos, principal hacedor de la paz que ha inventado el Presidente del Gobierno de España.

España no se merece un gobierno que miente y tampoco un Presidente que anteponga su voluntad a la de millones de españoles, porque la voluntad, en todo caso, pertenece al pueblo, soberano en estas lides y al cual, tiene la obligación moral y fáctica de tener en cuenta, de escuchar y de llevarla a cabo. Precisamente esa es la misión del Estado, garantizar los derechos del pueblo y hacerlos cumplir antes de cualquier interés personal.

Desoir las advertencias del Gobierno francés sobre la actividad de ETA en el sur de Francia, negar el rearme de la banda para guardarse las espaldas frente a la inminente rotura del "proceso", negar la existencia de la extorsión a los empresarios vascos, manipular el poder judicial en las innumerables citas contra el pueblo español en apoyo de los asesinos, olvidar el clamor de las víctimas que se niegan a las conversaciones con ETA y exigen la verdad del 11-M, tantear la posibilidad de la anexión de Navarra y la independencia del País Vasco e imponer su voluntad interesada frente a la petición de la calle, que es la que sabe de estas cosas, muestra que Rodríguez Zapatero debe desaparecer no sólo del Gobierno de España, sino de la vida política. Ha demostrado su incapacidad para gobernar ecuánimamente, por ignorancia y por abyección a la libertad. Y eso ha de pagarlo. Todo lo que no sea esto, será un atentado contra la democracia, la justicia, la dignidad y la libertad.

Archivado en Sociedad

----------------------------------

Hace un año en El Gorrión:

Despropósito contra la religión (26 de noviembre de 2005)

martes, 21 de noviembre de 2006

España tiene un virus

Archivado en Política
-----------------

Sí, España tiene un virus y absolutamente todos somos su alimento. La alternativa al último Gobierno despótico del PP se ha construido a sí mismo como ilusión de un mundo más feliz que nunca existirá de este modo tan burdo e ignorante. La prueba de todo ello queda, sobre todo, patente en las elecciones andaluzas y catalanas -más estatutos-, sociedades carcomidas por esa especie de metástasis que hace olvidar el nefasto pasado reciente, se conforma con promesas infundadas y cargadas de una alta dosis de vociferio y acusaciones al ajeno, amén de olvidar su facultad de pensar y de criticar consecuentemente lo punible.

El virus de España no es el PSOE, sino su política rastrera y su afán de amalgamar en sus filas a tan dispares miembros, unidos por el rechazo ante una idea de España que no es la de aprovecharse de sus ciudadanos, sino de exprimirlos -Solbes-, de mentirles -Rubalcaba-, de burlarse de ellos -Trujillo-, de hacerles olvidar su pasado -Garrido-, de manipularles -Cabrera-, de "intelectualizarles" -Calvo-, de amontonarles -Caldera-, de hacerles verdugos de los terroristas -Aguilar... Zapatero.

El virus está acabando con la libertad y dando luz a la más terrible tergiversación de un presente perdido por la cándida ignorancia del Gobierno de España unida al autoinstaurado derecho del poder hacer, controlar y decidir sobre la vida de todos los españoles, de cercenar al "español-individuo" para adjudicarse su libertad y su dignidad en pro de los intereses del Estado, del propio Gobierno socialista, de unos pocos iluminados, olvidando grotescamente su historia, sus necesidades y sus esperanzas. España tiene un virus cuya pandemia ibérica es absolutamente necesario erradicar en las urnas.

------------------------------------

Hace un año en EL Gorrión:

De traumas y subvenciones (21 de noviembre de 2005)

Los amigos de la LOE (22 de noviembre de 2005)

El carné de español (23 de noviembre de 2005)

viernes, 17 de noviembre de 2006

El fin de la Religión

Los rumores y los malos presagios se han hecho triste realidad y la Asignatura Religión cuenta los días que faltan para su desaparición absoluta. A la inclusión de la Educación para la Ciudadanía y a la desaparición de la Alternativa, se ha sumado la Historia de las Religiones no Confesional y la drástica reducción horaria de la Religión en la ESO, de tres horas a dos horas por ciclo. Aparentemente, esta reducción no parece significativa, pero quitar una hora de la semana de cada ciclo (una hora en primero o segundo y una hora en tercero o cuarto), supondrá el despido inminente del 30% de los profesores de Religión de secundaria. Todo ello patrocinado por el Gobierno que defiende ante todo a los trabajadores, Zapatero, Caldera y Cabrera, un trío que, sin apariencia, da miedo (no risa).

La cuestión ideológica ha superado a la cuestión ciudadana y la galopante ignorancia de la izquierda progre está defendiendo la injusticia de la prueba científica nacida de las insignes cabezas de la Alianza de Civilizaciones, es decir, la promoción de la intolerancia, la xenofobia, el adoctrinamiento ideologíco, el cese de los derechos manifestados en nuestra Constitución, la mofa frente a los Acuerdos que superan todo Gobierno concreto y el ninguneo de las innumerables sentencias del Tribunal Supremo en favor de la Religión frente a los frecuentísimos casos de violación de los derechos de los padres, alumnos y profesores. Aunque no es de extrañar observando el derrocamiento de la división de poderes propias de una dictadura que está llevando a cabo el Gobierno Socialista de Zapatero en España.

En definitiva, el inicio del fin de la Asignatura de Religión comienza en el próximo curso 2007-2008, pero ahora, desde la legalidad de los reales decretos inventada por la idelogía ignorante y fetichista de esta izquierda que no es capaz de asumir su propia responsabilidad frente a la historia y a los ciudadanos. Y mientras, la empresa, que es el Estado de Zapatero, hará una reducción de plantilla para que cuadren los dividendos de la ideología y la manipulación histórica (y los sueldos de los profesores que sean despedidos).

Ahora es el momento para que aparezca la Conferencia Episcopal, los padres, los profesores y sus asociaciones, los sindicatos y los ciudadanos que aún conserven un poco de sentido común que, contrariamente a lo que se dice, es el más común de los sentidos.

EXIGE AL MEC UNA REGULACIÓN DIGNA PARA LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN

---------------------------------------

Hace un año en El Gorrión:

La esencia de la inmoralidad (14 de noviembre de 2005)

"Eso no está bien" -Crónica de un adolescente- (16 de noviembre de 2005)

El éxito de Zapatero (18 de noeviembre de 2005)

domingo, 12 de noviembre de 2006

Causas y soluciones de la violencia escolar

El sentimiento pos-posmoderno de los mayores de esta sociedad perdida dentro de sí misma ha provocado, entre otras muchas cosas, una inversión de lo valores clásicos. Incluso, para muchos, hablar de valores se les antoja un resquicio del pasado que es menester suprimir del lenguaje. Y es en el lenguaje donde esa inversión de valores se hace más patente, especialmente, en la corrupción ligüística, llamando a las cosas por su contrario y haciendo un uso abusivo del eufemismo como herramienta de poder.


La alarma social que está creando la mal llamada violencia escolar no es más que la muestra de la falta de referentes éticos que tan bien definen a nuestra avanzada ciudadanía. Los motivos más claros son, por un lado, la pérdida de autoridad del profesor y, por otro, la ausencia de medidas disuasorias frente a los actos de indisciplina o de conducta gravemente perjudicial. Existen más, pero fundamentalmente, la regresión del papel del profesor y del equipo directivo hacia una especie de burocracia del entretenimiento institucionalizado a la que pretenden llamar labor docente, y la supresión de su arma más eficaz, el castigo, han llevado a la vida de los centros educativos hasta los límites de la guardería adolescente, donde lo importante es esa especie de engendro progre de la maduración integral entendida no como educación integral, sino como una creación de mano de obra barata fácilmente manipulable y con todos los cursos aprobados para satisfacción de las estadísticas gubernamentales.

La necesidad de la autoridad y de la disciplina a muchos le suena a un tiempo pasado no muy lejano, pero la elección de otros modos de ser dentro de la escuela han dado resultados nefastos, uno de ellos la impunidad frente a actos de violencia que no son más que el reflejo de la propia vida cotidiana en la calle y en la "familia-pegada-todo-el-día-al-televisor" y de la comedura de coco del derecho a todos los derechos y la negación del deber de respetar el derecho del otro.


Y ¿Quién tiene la culpa de todo esto? Los padres, por supuesto, porque han creído que el Estado, y su LOGSE, es el único sujeto de la educación. Los profesores, porque se han creído su burocratización y han tirado la toalla. La televisión, que ha hecho de un problema de siempre, lo único de lo que merece la pena hacerse cargo en los noticiarios (entreteniciarios). Y, sobre todo, el Gobierno presente, el anterior y el más anterior, unos por gastar demasiadas energías en crear borregos votantes con título y otro por una dejación casi insultante que ha dejado el campo abierto a la mayor tropelía de nuestro tiempo.


Y ¿Cuál es la solución? Primero cambiar de cabo a rabo los presupuestos que fundan la LOE. Segundo dejar hacer a los docentes que son los que realmente conocen la situación concreta de cada centro y cada joven. Tercero, la desaparición del papel de los inspectores tal y como hoy se dan, cumplidores férreos de las órdenes de los consejeros de educación. Cuarto, eliminar la impunidad que supone la violencia dentro de las escuelas y tratarla como un ámbito más de la vida social, sin privilegios, es decir, cambiar la ley del menor y tratar a los violentos como violentos y no como jóvenes descarriados que aún no han aprendido a ser adultos. Si consiguiéramanos tan sólo una cada cuatro años, en mucho menos tiempo, se verían los cambios, pero como dicen muchos de los alumnos que conozco, "maestro, es que no hay ganas".
---------------------------------
Hace un año en EL Gorrión:

viernes, 10 de noviembre de 2006

Jiménez Losantos, SÍ GRACIAS

En estos tiempos que corren lo más fácil es ser correcto, moderado y caer bien a todo el mundo, vamos muy "polite". Una especie de sincretismo del comportamiento que busca sobrevivir como sea en esta sociedad de la competitividad y de las amistades por un tubo. Se tienen amigos gays cuando uno es muy hetero, se tienen íntimos del Betis cuando uno es más sevillón que el escudo, incluso colegitas de izquierda cuando uno se decanta más por una derecha liberal...lo que se dice llevarse bien con todo el mundo y no dar el cante. Quizás sea por eso, por lo que las personas que suelen definirse desde el principio, mostrando una radicalidad mal entendida por el resto de los mortales no suelen caer bien y son criticados hasta la saciedad, amén de ser tildados de fascistas, sectarios, retrógrados, ultras, montaraces, crispadores, alientos del odio, agitadores, demagogos, maquinadores, mentirosos y todo lo que se le pueda ocurrir al que observa estos comportamientos como antidemocráticos y propios de una dictadura.

Federico Jiménez Losantos es una de esas personas que siempre están al borde del abismo porque no pueden vivir lejos de él. Y no pueden porque tienen voz y no callan. Se le podrá criticar su pasado, se le podrá tachar de chaquetero, se le podrá decir que su entusiasmo le juega malas pasadas como a todos los que se mueven en el filo de la navaja, pero lo que no se le puede criticar es ese posicionamiento tan claro y tan necesario en esta España de los pactos y de las amistades peligrosas, esta España del buen rollito y de la moderación "guay", esta España del "juntos como hermanos". Es verdad que el propio Federico se ha creído su papel, no de salvador, pero sí de vocero y un vocero necesario de tantos millones de españoles que estamos asistiendo a la desmembración no ya de España, sino de los derechos más fundamentales como ciudadanos y como personas con su propia forma de pensar, alejada de las tesis más institucionales y políticamente correctas.

Es insultado por la maquinaria prisaica de Polanco porque denuncia las constantes tropelías del PSOE y sus amigotes nacionalistas. Criticado por los miembros del PP porque les dice lo que piensa. Es criticado por todos los que creen que debería apoyar al PP frente al PSOE, y criticado por todos los que creen que critica al PP porque ha perdido el norte y que los políticos populares no están haciendo lo que él, y sólo él, quiere que haga. Es criticado por todos los que creen que la moderación es el mejor camino de la democracia y es criticado por los radicales que insultan a todo ser viviente que no piense como ellos, y por los radicales que creen que Federico Jiménez Losantos no está siendo lo radical que debería ser dada la situación. Es criticado por los obispos nacionalistas como creen los que defienden el nacionalismo y criticado por los obispos más conservadores y pulcros, como creen los que creen en la efectividad onerosa del poder eclesiástico. Criticado por los que no le consideran de la profesión y criticado por los que piensan que sólo busca llenarse el bolsillo a costa de vociferar seis horas al día.

Ahora se podrá decir que el escribe esto está cegado por las palabras del director de La Mañana, pero guste o no, intento que mis palabras sean lo más objetivas posible, aunque éstas me cierren muchas puertas. Que cada uno piense lo que quiera, está en su derecho. Pero Jiménez Losantos no es un periodista, sino un comunicador que se manifiesta fiel a una línea editorial e ideológica, caiga lo que caiga, llueva o truene. Es amado u odiado, como todos los seres que han dejado huella en la historia de la humanidad. Si no fuera así, estaría escribiendo columnitas en cualquier revista de instituto de secundaria, pero lo realmente cierto es que millones de españoles lo han elegido como termómetro de su mundo concreto y como puente con aquel ente llamado sociedad, y que está tan necesitada de personas que den la cara. Y esto es innegable.

miércoles, 8 de noviembre de 2006

La indecencia del Ministerio de Educación

Los de PRIS-A, -OE, siguiendo el dictamen de Polanco, se han puesto manos a la obra para sondear la opinión pública en busca de apoyos tácitos y vacilantes, al tiempo que se lanzan a aventurar filtraciones del gobierno fuera de todo derecho en contra de la enseñanza de la religión en la escuela pública. La indecencia del Ministerio de Educación y su titular, marca la agenda del plan prolaical en las aulas de toda España. Y tal indecencia queda patente cuando se manifiesta públicamente la reducción horaria en la ESO de la Asignatura de Religión y la desaparición de la Alternativa. Tirar la piedra y esconder la mano, toda libre de pecado, ha sido siempre la estrategia de los que no son agua limpia, porque tales manifestaciones no hacen más que empañar la difícil situación del diálogo y las conversaciones entre los distintos responsables de la ultimación de la Ley de Educación en las comunidades autónomas, sobre todo, cuando estos encuentros aún no se han producido. ¿Qué significado tiene, pues, que los medios afines al citado plan hagan alarde de dotes supranaturales, vaticinando de antemano los resultados de las negociaciones sin que haya habido un comunicado por parte del ministerio desmintiendo tales afirmaciones?
Lo grave de todo este asunto es que las filtraciones se han producido antes de la reunión de Directores Generales de Educación de las Comunidades Autónomas para estudiar el borrador del Real Decreto sobre Enseñanzas Mínimas de la ESO, amén de la reunión de los Consejeros de Educación y de las negociaciones Iglesia-Estado de obligado cumplimiento en base a los acuerdos internacionales establecidos. Grave es, sobre todo, la presentación de las conclusiones sin haber sido propuestas para su estudio en las diferentes comisiones. Un apunte más sobre el concepto de democracia y libertad del Gobierno de España.
Pero más grave aún resulta la incompetencia del Ministerio al estimar oportuno la reducción de 6 a 4 horas de religión en la ESO, cuando los horarios quedaron bien fijados con la LOGSE, sin preocuparse ni siquiera el ubicuo Ministro Caldera, del 25% del profesorado de religión que se quedará en la calle... y sus familias, y sus hipotecas. Y la indecencia queda finalmente patente en la afirmación de la desaparición de la Alternativa a Religión, pero sin aportar soluciones a las tremendas y problemáticas consecuencias de esta medida, parte fundamental de la cruzada laica en la que se ha enfrascado el Gobierno de España para que los ciudadanos y los nuevos hijos de la LOE no caigan en la bajeza de ser libre pensadores y aguarles el poder.
------------------------------
Hace un año en EL GORRIÓN:
Diálogo, pero no acuerdo (5 de noviembre 2005)
Huelva ya tiene su "Prestige" (6 de noviembre de 2005)
El Tinell, la "cosa nostra" (9 de noviembre de 2005)

jueves, 2 de noviembre de 2006

España acepta el discurso de la nación catalana

La resaca de las elecciones catalanas ha dejado a muchos en la estacada y a otros con esa cara de falsa ilusión del que dice vencer cuando, de verdad, se sabe vencido. Pero lo bochornoso del asunto no es la vorágine informativa de los comicios, ni siquiera las imágenes de todos los líderes celebrando los resultados con cava catalán, y por supuesto, ni el intento de hacernos creer a todos los españoles no catalanes que esas elecciones tienen mucha importancia para el resto de España, en cuanto que son termómetro de no sé qué elecciones munipales o generales. Lo realmente bochornoso del asunto no es otra cosa que la permisividad y aceptación del discurso catalanista, del país catalán, de la nación catalana y de los países catalanes en su conjunto. Aprobado el estatuto, los dirigentes catalanes, comenzando por el solapado PP, y terminando por las siglas más radicales, no han hecho más que decirnos al resto de España que ellos son ciudadanos de otra nación que aspira al rango de Estado, a la autodeterminación desmesurada y a la autofinanciación, aunque lo último habría que verlo. Y todo este discurso es aceptado en toda España sin tapujos y sin críticas, sin análisis y con esa cara de siervo resignado del que se calla por ignorar el valor de sus palabras y sus actos.

La calidad informativa dio paso a la tácita bajada de pantalones tan de moda hoy en España y que tan buenos resultados está dando. Y esa grandioso despliegue informativo de las importantísimas elecciones catalanas se convirtieron ayer en un insulto a la dignidad de todos los españoles como pueblo y como nación, más o menos aborregada, de la que sólo se habla cuando se trata de la solidaridad (económica) entre las diferentes comunidades autónomas.

Quién ganase las elecciones es lo de menos, por mucho que digan lo contrario, porque la única que perdió ayer fue la nación española aceptando palmariamente el fastuoso discurso nacionalista de Cataluña, un país rendido ante el poderío de otro, independiente del resto del mundo e inteligente para aprovechar la propaganda de Madrid, como les gusta llamar a España.

-------------------------------

Hace un año en EL GORRIÓN:

La farándula del estatuto (3 de noviembre de 2005)

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Las Instituciones Públicas han perdido toda credibilidad

La fe, ni mucho menos es creer lo que no se ve, sino todo lo contrario, creer viendo e intuyendo que el objeto de dicha fe merece la pena y es digno de la misma. El Estado pretende ser, en la actualidad democrática que nos ocupa, el garante de los derechos de los ciudadanos, pero la realidad es bien distinta. Ya no es que los índices de confianza con respecto a las instituciones públicas haya descendido notablemente, sino que los ciudadanos ya no confían en dichas instituciones, no tienen fe, han dejado de creer precisamente porque el Estado ha dejado de dar motivos para merecerse tal confianza. El espectáculo político, económico y judicial al que asistimos un día sí y otro también no deja lugar a dudas, las instituciones sirven para servirse a sí mismas y no perder comba de su propio poder.

Si la seguridad es una de las necesidades primarias del ser humano, entonces los ciudadanos que pagamos los impuestos y el mantenimiento del Estado estamos desasistidos por esta mezcla de intereses partidistas de la casta política y por el aprovechamiento de las fuentes de riqueza que redunda en unos pocos perjudicando a la inmensa mayoría, sobre todo, la clase media, esa que hace malabarismos para llegar a fín de mes.

La educación es una de esas instituciones públicas que ha perdido toda credibilidad, quizás por los resultados académicos, por la propia idiosincrasia de los jóvenes españoles o por la intromisión desmesurada de los políticos en la labor de la comunidad educativa, disfrazando su nefasta actuación con una burocracia imposible de superar y resignada al fracaso escolar como mal menor de un sistema que busca adoctrinar borregos y no crear personas integralmente adultas, independientes y libres de pensamiento.

Si el sitema educativo no es digno de confianza, qué decir del sistema judicial y sus bosque de artimañas legales para favorecer al culpable y culpar al inocente, desde los grandes casos, los innumerables juicios contra ETA, hasta los juicios de injurias o los de custodia de menores. Casi siempre ganan los malos y, como siempre, perdemos los ciudadanos.

El sistema de la Seguridad Social no se queda atrás. Ni él ni su burocracia. El sistema de pensiones y las asignaciones económicas por cualquier minusvalía se convierte uno de los momentos más bochornosos de la democracia española, rogar y suplicar para que a un ciudadano le den una parte de lo que es suyo por haber trabajado toda su vida. El Estado tutela y decide que corresponde a cada uno, tenga razón o no.

La vivienda, las fuerzas de seguridad del Estado, ... sin comentario. Los ciudadanos están total y absolutamente desasistidos por parte de quien debe garantizar sus derechos, los mismos que los políticos y los grandes empresarios se pasan por el forro, riéndose de todo tipo de tribunal, empezando por el Supremo y acabando por el Constitucional. Los ciudadanos ya no confían en este estado de derecho y de bienestar que tanto venden cada cuatro años, aunque a fecha de hoy, las cosas estén peor que nunca. ¿Será la rosa o será de la sierpe el cascabel? Y si la voz de los ciudadanos se escucha cada cuatro años, entonces hemos de actuar en consecuencia y dejarnos de misivas ideológicas para buscar el cumplimiento absoluto de la Constitución y encontrar aquella fe perdida y tan necesaria para existir con dignidad.

----------------------------------------------------------------

Hace un año en EL GORRIÓN

El callejón sin salida (1 de noviembre de 2005)

¡Válgame Dios! Cataluña boicoteada (2 de noviembre de 2005)