miércoles, 31 de octubre de 2007

La esperada sentencia del 11-M

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Los voceros del PSOE ya se encargaron de adelantar, días antes de que el juez Bermúdez la dictara, la sentencia sobre la masacre de Madrid. Por ahora, sólo voy a decir que todo esto huele muy mal. Que las pruebas alegadas y las externas al sumario por obra y gracia de Del Olmo han dado en el clavo de lo que se quería escuchar, es obvio. Y todo para que los asentados en estos cuatro años siguan exactamente igual, y que los que gobiernan desde hace cuatro años, sigan gobernando.

El "vale ya" se escucha desde primeras horas de la mañana y en el 90% de los medios. Todos se han convertido en expertos jueces por ciencia infusa institucional. Si se dijo que Mina Conchita, pues eso. Si la mochila de Vallecas siguió un curso normal y nada fue sospechoso, pues eso. Si los autores materiales son los intelectuales o pueden serlo... "vale ya". Goma2ECO y vale ya. Y ETA es no tuvo nada que ver, porque siempre lo ha dicjo el PSOE y el veraz Arnaldo.

Es pronto para una valoración correcta de la sentencia, pero para algunos ya es hora y han comenzado a usar su enorme maquinaria propagandística. Pero eso ya lo sabiamos. Que el PP se vaya agarrando a la silla y con él, todos los españoles.

lunes, 29 de octubre de 2007

Estamos con la COPE

Se acercan las elecciones y el grado de confianza que tienen los partidos en sí mismos se descubre en los métodos propagandísticos que usan sin tapujos. Más allá de videos y campañas publicitarias, el endurecimiento de los ataques y la fijación con personas o instituciones concretas se acentúa inusitadamente, dándonos idea de las habas que se cuecen sin, ni siquiera haber encendido aún la lumbre.

La COPE es importante. La COPE es influyente. La COPE puede echar por tierra los objetivos marcados por el PSOE y los nacionalistas, ninguno de los cuales pasa por hacer de España un país donde se pueda vivir en paz, y además, vivir mejor. La COPE se encuentra en continua disposición para un diálogo que dejaría mostrar las vergüenzas de unos y de otros. La COPE es molesta para los que quieren jugar con unas cartas marcadas y para los que quieren ganar siempre, sea como sea. La COPE no paga bien a sus profesionales, pero les deja decir, porque en este mundo hay algo más que el poder en todas sus manifestaciones. La COPE es discordante. La COPE es necesaria en el panorama informativo español porque sin la COPE no habría pluralidad y el monopolio del poder nos cubriría con su despiadado manto.

Por eso, la COPE y sus profesionales están siendo sometidos a una campaña sectaria, antidemocrática, autoritaria y fanática por parte del gobierno, sus adláteres e invitados de oficio. Y hasta, no hace mucho, la televisión no se había metido del todo en el mundo de la radio, pero el tomateo y la búsqueda de nuevas audiencias, al tiempo, que la intención despiadada de manipular la opinión pública, ha hecho que un periodismo serio pase a engrosar los anales de la telebasura junto con sus bufones. Para muestra un ilustrado documento.




La campaña contra la COPE, contra sus acreedores, los obispos, contra Federico Jiménez Losantos, contra los oyentes de la COPE, contra el PP y contra los votantes del PP, no tiene parangón en nuestra muy débil democracia. Y el PSOE, y los separatistas vascos y catalanes han copado ya el mayor eje impulsor de la manipulación más grosera y desesperada, porque de eso se trata, de desesperación, y han invadido la televisión más allá de los informativos y de los reportajes de investigación.

La COPE, en definitiva, ha abierto los ojos a muchos españoles y ha despertado de su letargo a muchos más para que la justicia, la verdad y la libertad sean los factores de una nación que sigue luchando por no perder su identidad, aunque otros pretendan destruirla y con ella a todos los que la habitan y la aman. Estamos con la COPE.

jueves, 25 de octubre de 2007

El cambio climatico, la nueva mentira

Hoy en día, sin causas que pongan la piel de gallina, hace falta seguir respondiendo a ese ímpetu tan humano de buscar banderas por las que luchar, más allá de cómo llegar a fin de mes o de cómo ascender en el trabajo. Una de esas nuevas banderas de lo políticamente correcto es la del cambio climático, igual que la del Che, la de los gays o la del 0,7%.

Caídos los mitos de la izquierda, el cambio climático ocupa el lugar preferencial en la defensa de un mundo más sano del que intentan aprovecharse siempre los mismos. Se hacen los dueños y señores de unas afirmaciones que pertenecen al ámbito de la opinión más que al de la Ciencia, también perteneciente a ellos, -porque un buen científico, dicen, es siempre de izquierdas-, e intentan convertir sus supuestos en dogmas con los que es imposible no comulgar.

El discurso del cambio climático como imposición se convierte por arte institucional en una patraña, no porque no se esté calentando la Tierra, sino por el totalitarismo mostrado en las afirmaciones que suelen acompañar a los nuevos apóstoles del apocalipsis terrenal, amén de las subvenciones que las acompañan.

El mismo "Gobierno de España" no deja de hacer llamadas a los ciudadanos para que pasen frío en invierno y calor en verano ahorrando energía, cuando ellos mismos son los responsables de un mal uso de las energías españolas y cuando, sobre todo, son incapaces de poner freno a su ansia consumista. ¿Quitarán la calefacción en los despachos ministeriales o cogerán el transporte público para celebrar sus plenos de ministros? Será que la economía española disfruta de un amplio superávit, para eso son el gobierno.

La nueva fiebre del cambio climático en España, abanderada por Al Gore y sus deuvedés, que nos cuestan a todos un pico, ha provocado que el ilusionista de la serenidaZ y la sonrisa se tome lo del medio ambiente como una batalla personal. Y como buen profeta que se precie, ya nos está haciendo caer en la cuenta de nuestro pecado medioambiental y del fin que tendremos si no aceptamos a pie juntillas sus santificadas predicciones de un holocausto mucho peor que el de ETA y el de su propio gobierno. Aleluya, nos ha nacido el salvador.

martes, 23 de octubre de 2007

La Iglesia, argumento estrella de la izquierda

La izquierda más rancia y desquiciada, encabezada por Carrillo y seguida de Llamazares, López Garrido y Bermejo no tiene otro argumento político que excretar afirmaciones contra la Iglesia sin ningún atisbo de sistematicidad ni rigurosidad. Ellos, que alardean de objetividad, experiencia y respeto rentabilizan como nadie el acaloramiento y el victimismo contra unos supuestos agresores, una Iglesia muy mala, que, según su ciencia, se opusieron a la libertad y el correcto trato humano, que por otra parte, la izquierda cumplió a rajatabla desde mayo del 31.

Si la Iglesia se decantó en un principio por el bando nacional no fue ni mucho menos por afinidad política, sino como huída ante la masacre que los republicanos estaban llevando a cabo contra los cristianos, clerigos y seglares. Los relatos están ahí, y todo aquel que lo niegue queda automáticamente inerme de argumentos para que su opinión sea tenida en cuenta por más tiempo. ¿Qué pretendían, que los perseguidos apoyaran a sus asesinos?

Las absurdas y esquizofrénicas manifestaciones de Carrillo igualando la Iglesia y la derecha del 36 con las contemporáneas no deja lugar a dudas de la posición de reconciliación, comprensión y regeneración de una España demasiado dañada que pretenden los agraviados del régimen franquista y de la dominación católica.

Cuando, sin argumentos, se justifican ciertan actitudes antidemocráticas, es que la cosa huele mal y está aún peor. Porque volver a las viejas consignas, al 36 sin pasar por el 34 y el 35, a pretender eliminar los tratados constitucionales con la Santa Sede y a opinar dogmáticamente sobre lo ajeno, muestra muy a las claras que los argumentos políticos han fallado sin remedio y que la derrota electoral se ve muy cercana, es decir, muy cercana. Repito, muy cercana. La Iglesia se convierte en el objetivo de la izquierda más analfabeta cuando ya nada tienen que decir, en la única e irracional reivindicación para seguir cobrando la nómina del partido y aumentando sus propios mitos. Y salir en las camisetas de los jóvenes del siglo XXII. Pobrecillos.

lunes, 22 de octubre de 2007

Memoria, historia y beatificaciones

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Las airadas protestas del progresismo español ante las beatificaciones de 498 mártires españoles no deja lugar a dudas del conocimiento tan excelso que poseen los que se erigen en jueces de todas y cada una las acciones de la Iglesia, sobre todo, si se sienten ofendidos con las mismas, que no es poco.


Dicen, estos hiperletrados, que la Iglesia ha reaccionado a la aprobación de la ley de la memoria histórica preparando las beatificaciones de los mártires españoles, cuando lo que no saben es que cada proceso lleva un mínimo de diez años. Por tanto, nada de esto puede ser fruto de la premura y del exarcebado celo cruzado, sino un reconocimiento a los ejercicios de fe manifestados por todos los que fueron asesinados antes y durante la Guerra Civil.


Precisamente, lo que está llevando a cabo la Santa Sede no es un acto de memoria o recuerdo. La Iglesia Católica reconoce lo que históricamente aconteció en esos años haciendo patente los modelos de fe olvidados para la memoria manipulada y, hoy, elevada a ley. Porque la memoria es parcial y personal, y casi nunca, es historia. Y mucho menos, institucional. Si se pretende reconocer el pasado, éste es siempre global y nunca parcial, como parciales son los que creen que los beatificados lo serán por razones políticas. -Vaya gobernantes-.

El recelo, no lo duden, es causa de estas declaraciones ofensivas contra la Iglesia y esta actitud discriminatoria con aquellos que también son ciudadanos españoles. Y vuelvo a decirlo, un presidente así, y un gabinente de gobierno que se dedica a insultar a una mitad de España y no a realizar sus funciones de gobierno, debe salir inmediatamente de su poltrona y renunciar a la nómina que todos los españoles pagamos. Basta YaZ.

lunes, 15 de octubre de 2007

Los españoles estremecen

Lo de Pepe Blanco roza lo inefable si hablamos de democracia, claro. Si lo que estamos sufriendo es un régimen autoritario, entonces sus palabras se encuadran perfectamente. Manifestar que "cuando el PP dice España, los españoles estremecen" es, no sólo insultar, sino insinuar que el PP quiere volver a los tiempos oscuros de España, que el PP desea alentar a la Segunda Guerra Civil Española, que todos los votantes del PP son violentos por naturaleza, que desean la guerra al diálogo, la muerte antes que permanecer en la oposición. Si estas palabras han sido pronunciadas por un máximo dirigente del PSOE, qué será de los militantes crédulos y acérrimos. Las palabras de Pepe Blanco son más graves de lo que se podría pensar, porque no son sólo una simple alocución para calentar los fines de semana. Es toda una declaración de intenciones.

¿Responden esas palabras a una estrategia política, haciendo hincapié en el tono más que en el mensaje? Si es así, entonces Blanco es un irresponsable que vuelve a demostrar su incapacidad para la política y que, por tanto, debería abandonar inmediatamente el gobierno de España.

¿Cree Blanco realmente lo que dice? Si es así, entonces su visión de España y de los españoles es una visión enfrentada, maniquea, fraticida, rota. Alguien debería enseñarle que esos años ya forman parte del pasado y que los buenos muy buenos no existen, y que los malos muy malos tampoco existen... bueno, puede que sí, pero seguro que no son los que defienden la unidad de España.

¿Intenta Blanco desviar la atención para que los malos de verdad puedan seguir impunemente disgregando la unidad "diversa" de España? Si es así, entonces, Blanco debe dimitir inmediatamente, porque acusa a los que dicen España de intentar dividirla, precisamente, cuando los que sí que pretenden dividirla son defendidos por el Gobierno de la Nación, pero sin que se note mucho. Debe dimitir porque está mintiendo a los españoles.

En todo caso, el PSOE no admite que Rajoy coja lo que el gobierno de Zapatero ha desechado, que Rajoy y todos los votantes del PP defiendan la unidad España que el gobierno de Zapatero se ha encargado de poner en duda. El PSOE no admite su propia responsabilidad en el apoyo a los nacionalismos más radicales y mucho menos admite que alguien, y menos el PP, luche democráticamente contra la noción de España del PSOE, concepto discutido y discutible. Si la altura política de Blanco y Zapatero se circunscribe a descalificar al único partido que defiende la unidad de España, entonces el gobierno de Zapatero debe abandonar en bloque dicho gobierno y asumir la responsabilidad de su propio programa electoral desde la oposición. A ver quién les vota.

martes, 9 de octubre de 2007

Zapatero y ETA, cada cual a lo suyo

El atentado de ETA en Bilbao no deja lugar a dudas de con quién se ha sentado a dialogar el presidente del gobierno de España. Rubalcaba aún no ha salido a su poltrona para condenar el atentado. ¿Qué significa esto? ¿A qué responde esta actitud tan democrática de respeto a la diversidad independentista si a asesinar para conseguir la independencia del País Vasco se le puede llamar diversidad?

Quien ha cometido el atentado terrorista no es Zapatero ni los simpatizantes de ETA. Ha sido ETA y únicamente ETA, pero Zapatero se ha sentado y se sigue sentando a dialogar con los asesinos. Y ahora, ¿quiere Zapatero seguir negociando políticamente con los asesinos a pesar de todo? ¿Qué sabe Zapatero que el resto de españoles no sabemos? ¿Se trata esto de una nueva estrategia electoralista para hacer creer a los crédulos que Zapatero lucha contra los asesinos?

Zapatero, y ya lo sabemos, no ha luchado contra los asesinos. Ha dialogado, ha tratado, ha sopesado, en definitiva, ha intentado erradicar el terror pensando en sí mismo y en su perpétua permanencia en el poder. Pero, patentado su error, ha seguido en sus treces de dar vía libre a la presencia política de los asesinos, a la violencia callejera, al rédito ideólogico separatista, a la extorsión, al libre albedrío ilegal. Y si hubiese tenido la verdadera intención de acabar de una vez por todas con el terror de ETA, hubiera escuchado las voces de todos y cada uno de los colectivos, asociaciones y partidos que pretenden el fin de este terror fortalecido y arrogante de los asesinos.

Zapatero ha preferido dialogar con los terroristas y no ha dialogado con los que buscan el fin de ETA, bajo la consigna de que no aceptaban las propias condiciones del PSOE. Ahora alzarán la bandera de la libertad, de España, de la Constitución, pero ya no hay marcha atrás. Porque asumir la responsabilidad de los actos propios es un signo de la madurez política exigida a un presidente del gobierno, y si Zapatero no es capaz de asumir su responsabilidad con ETA no merece ser ni un minuto más el presidente de todos los españoles. No cabe otra posibilidad.

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Publicado en Política

lunes, 8 de octubre de 2007

Diversidad, imposición y ciudadanía

Diversidad es sólo una palabra vacía que no significa más que ser respetado por todos los demás, incluso, cuando ello conlleve la violación de los derechos de la mayoría. Precisamente, éste es el concepto que subyace en la mentalidad política española, o conmigo o contra mí. Y es que hoy más que nunca, siguen despiertos los sentimientos de las dos españas, no porque los ciudadanos así lo sientan, sino porque políticamente es muy rentable. Supone una apuesta al todo o nada, a ganar o perder, pero que garantiza, con los medios al alcance, un éxito rotundo en las urnas y su consiguiente poder. Digo poder, no gobierno, porque gobernar es otra cosa a lo que hoy sufre España.

Los nacionalismos exarcebados son la consecuencia de ese respeto, mal entendido, a las minorías, que por el simple hecho de ser minorías se otorgan el poder de imponer su propia voluntad a la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles, incluso, persiguiendo y condenando a todo el que ose alzar una voz contraria. Si en el Parlamento, la voz de los nacionalismos supone sólo un gran 0,8%, en la calle no dejan de ser notoriamente alentados por los medios de comunicación, poniendo en duda, continuamente, el valor de la nación y de sus instituciones.

Si los ciudadanos dejan de luchar, aceptarán los condiciones de los impositores de la libertad, y si alzan su voz, serán contrarios a España, a la democracia, a los derechos y a la libertad, que, según parece, es sólo patrimonio de unos cuantos, los nacionalistas, los terroristas, las minorías, el gobierno socialista... y los que viven de las subvenciones que todos los demás nos ocupamos de acumular. Y éste es el camino más recto para convertir nuestra democracia en un régimen en el que ser ciudadano sea sinónimo de pagar y callar, de descubrir nuestra vocación de burros apaleados para que unos pocos sacien su ansia de poder, de dominio y de vivir como reyes, aunque la monarquía sea una lacra infecta del pasado y el rey , sea eso, rey.



lunes, 1 de octubre de 2007

Chaves tiene miedo

Chaves I, el inmarcesible, ha demostrado con creces, durante 18 años, que tiene miedo de que los ciudadanos rechacen de una vez por todas el proyecto socialista para Andalucía, un proyecto hecho sencillamente para perpetuarse en el poder y convertir la democracia andaluza en un nuevo régimen sine fine.

Que Chaves tiene miedo, lo demuestra el uso de promesas irrealizables, contagio seguro del canguelo monclovita propiciado por las encuestas y por la gestión del Partido Popular allí donde gobierna. La gente no es tonta, y cuando le tocan la cartera pasa de ideologías e historietas del pasado y del futuro. Y como la gente no es tonta, Andalucía será del PSOE, al menos, otros cuatro años con Chaves, el de los ascensores en todos los edificios, el de los ordenadores personales gratis en todas las casas, el de los sueldos para las amas de casa, el de las vacaciones gratis para las mismas, el de los pisos gratis para todos los ciudadanos que cobren menos de 3000 euros,-o sea, el 99%-, el de los 6000 euros de paga para todo al que le dé por estudiar después de la secundaria... ¿Quién va a querer que gobierne otro que no sea Chaves, por Dios?

Él lo sabe, y tiene miedo de que los ciudadanos voten en Andalucía sin mirar al gobierno de la nación. Por eso no tiene los arrestos suficientes para convocar elecciones autónomicas en otra fecha que no sea la de las elecciones generales. Todo esto lo sabe y por eso tiene miedo. De perderlo todo, aunque ya se haya encargado de resolver su vida y la de cuatro generaciones más de "chavesitos y chavesitas". Pero tiene miedo de que su gran ego quede derrumbado por unos incultos andaluces que sólo piensan en la fiesta y en cómo ganar dinero con el PER, con las subvenciones y con los enchufes.

Andalucía despierta de su amargo letargo, de su pleitesia, de su dolor rural, de su servidumbre al señor del norte y de su embobamiento ante el mentiroso, ante el andaluz que odia Andalucía, ante el español que sólo desea sacar partido de la riqueza andaluza haciendo creer a los andaluces que estamos condenados, para siempre, a ser la depensa de España y de la que todos los demás se ríen. Chaves lo sabe y tiene miedo. Andalucía está cambiando. Chaves lo sabe, y para él no hay lugar.