lunes, 7 de julio de 2008

El cambio

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Resulta grotesca la tranquilidad que algunos manifiestan al perpetrar una corrupción lingüística que sólo oculta una única intención, imponer, pero que esta imposición sea acatada como un logro social.

El tan afamado "cambio" preconizado por las huestes del PSOE desde el primero hasta el último no es más que el velo que oculta un intento de dominio absoluto y radical de la sociedad española. Desde la asunción de un papel mesiánico adquirido por Zapatero y su ejecutiva como consecuencia de ese otro papel adanista que sitúa el principio de la historia en el proyecto socialista, se ha puesto de manifiesto quién tiene el poder para cambiar, decidir legislar, ordenar y castigar

El triunfalismo populista de Zapatero declara rotundamente que las crisis son para los perdedores y que la coyuntura social hace necesario un cambio de mentalidad ocupada, sobre todo, en los temas impuestos como claves para una pepetuación en el poder basada en la inacción mental del pueblo. Porque negar la pobreza económica de los ciudadanos provoca una dependencia al poder que acata como necesarias la laicidad laicista, la ampliación del asesinato como derecho, la inclusión de más ciudadanos a una realidad que sólo les toca de soslayo y el control efectivo de la educación como garantía del cambio durante muchas generaciones, "más allá de una mera alternancia en el gobierno".

1 comentarios:

Jesaal dijo...

Fede, dicho sea con todo el respeto para la de la foto: ¿cómo sale la mona sin retocar?
Muchos bloggers han aprendido a retocarla para dar imagen al blog.
Saludos
Jesús